Tras una semana de tensión en Brasil, el vicepresidente aseguró que “no hay espacio para una ruptura” institucional
Luego de que Jair Bolsonaro minimizara sus agresiones a la Corte Suprema y al sistema de votación, el general Hamilton Mourao ratificó la intención del Gobierno de bajarle el tono a la situación: “La democracia brasileña es fuerte”
“No hay espacio para una ruptura en el siglo XXI. No podemos mirar lo que ocurrió en el siglo XX y trasladarlo a la actualidad. ¿Hay una retórica fuerte por parte de nuestro Gobierno? La hay. Pero no hay acciones que se correspondan a esa retórica”, afirmó Mourao en entrevista que concedió a la Radio Gaúcha y al ser interrogado sobre si Bolsonaro estaría presionando un golpe en Brasil.
El vicepresidente se pronunció sobre la crisis institucional en Brasil seis días después de que Bolsonaro, en manifestaciones ante miles de seguidores, los alentara a desobedecer órdenes de la Corte Suprema o decisiones del Parlamento contrarias a sus intereses.
El líder de la ultraderecha brasileña encabezó las multitudinarias protestas del 7 de septiembre en las que sus seguidores llegaron a defender la disolución de la Corte Suprema y del Parlamento a través de una “intervención militar” con Bolsonaro en el poder.
Un día después, grupos de camioneros seguidores de Bolsonaro bloquearon carreteras en varios estados del país y exigieron la destitución de los jueces de la Corte Suprema.
“No hay espacio para una ruptura. Eso tiene que quedar muy claro. No existen acciones que se correspondan a esa retórica. Considero eso más como una retórica fuerte de nuestro Gobierno que como acciones que puedan llevar a una ruptura”, insistió Mourao, que en los últimos meses se ha distanciado del jefe de Estado y se ha mostrado menos radical.
Mourao dijo que Bolsonaro podría ser más cuidadoso con sus declaraciones porque muchas veces sus ataques generan crisis que perjudican al país.
“Considero que muchas cosas pueden ser dichas de una forma más pulida, sin superar los límites éticos. El Gobierno hace muchas cosas que terminan no apareciendo por esa retórica fuerte, por arrojar una cortina de humo sobre sus acciones positivas”, afirmó.
“Nuestras instituciones son fuertes, la democracia brasileña es fuerte, y eso no va a cambiar por algunos discursos pronunciados de un lado u otro”, agregó el vicepresidente.
La crisis institucional en Brasil se redujo ligeramente el jueves cuando el propio Bolsonaro, tras alimentar por varias semanas un conflicto con los otros poderes, divulgó una “carta a la Nación” en la que afirmó que “nunca” quiso “agredir” al Supremo ni al Congreso.
El mandatario reconoció que “el país se encuentra dividido entre las instituciones”, pero alegó que la “armonía (entre los poderes) es una voluntad constitucional que todos, sin excepción, deben respetar”.
Tras los ataques a otros poderes, varios sectores, incluyendo magistrados del Supremo, alegaron que el jefe de Estado había incurrido en los llamados “crímenes de responsabilidad”, que justifican la apertura de un juicio político destituyente en el Congreso, lo que llevó a Bolsonaro a dar un paso atrás.
Según Mourao, la “carta a la Nación” de Bolsonaro ayudó a reducir las tensiones en Brasil. “Es conversando que nos entendemos. Si todos nos ponemos en lados opuestos de una calle y actuamos como perros bravos no hay diálogo. Tenemos que atravesar la calle”, dijo.