Toni Kukoc: "Gracias a Jordan y Pippen por patearme el culo"

Tres veces campeón de la NBA, Toni Kukoc fue inducido en el Hall of Fame tras una carrera llena de éxitos. Michael Jordan, el encargado de presentarle.

Alberto Clemente
As
Toni Kukoc ya es Hall of Fame. El croata, uno de los mejores jugadores de la historia del baloncesto europeo, vio como su carrera era honrada con su inclusión en el venerado Salón de la Fama, al lado de algunos de los más grandes nombres que han pasado por la NBA. Entró junto a Chris Webber, Chris Bosh, Ben Wallace y Paul Pierce. Pero su inclusión fue si cabe más emotiva, ya que junto a él estaba Michael Jordan, su compañero en los Bulls de los 90 y junto al que conquistó tres de los seis anillos que His Airness ganó durante su enormérrima carrera.

El croata dijo, delante del antiguo escolta y Jerry Reinsford, dueño de los Bulls, una frase que hizo reír a la mayoría de los asistentes. "Gracias a Jordan y Pippen por patearme el culo". Con esto, Kukoc se refiere a la final de los Juegos Olímpicos de Barcelona, que el famoso Dream Team ganó sin oposición, dejando a la estrella sin uno de los pocos éxitos que se le han escapado: el oro olímpico. Consiguió la plata ese año, mismo metal con el que se tuvo que conformar cuatro años antes, en Seúl, cuando jugaba para Yugoslavia.

Kukoc se tuvo que ganar el respeto de Jordan a base de trabajo y esfuerzo. Aterrizó en la NBA con un curríiculum lleno de triunfos, pero eso no le valía al escolta, que siempre exigía a sus compañeros lo mismo que a sí mismo. En The Last Dance, se relató como el croata se acabó ganando el respeto del que es para muchos el mejor jugador de la historia de la NBA. También el de Pippen, que se enfadó con Phil Jackson cuando éste seleccionó para el último lanzamiento a Kukoc y no a él, allá por 1994, en semifinales de Conferencia y ante los Knicks. Al final, tres anillos y un legado imborrable fueron los resultados.

El jugador croata tiene un currículum impresionante: tres Copas de Europa consecutivas (con la Jugoplastika Split) y luego, tres anillos seguidos, siendo así el mayor triunfador a ambos lados del Atlántico. Fue MVP del Mundial de 1990, en el que se alzó con el oro, y consiguió el premio a Mejor Sexto Hombre de la NBA en 1996. Hojas y hojas llenas de éxitos que tienen su gran culminación con la inclusión en el Hall of Fame. Y con Jordan, claro, a su lado. Ese hombre que le pateó el mundo. No podía ser de otra manera.

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