Rummenigge: "Largar a Messi es un gol en propia puerta"

El ex director general del Bayern habla en AS y recuerda el 2-8 como "una locura". Alaba a Laporta, pero dice que la Superliga "está muerta" y el fútbol, "mal encaminado".

José Carlos Menzel
As
Karl-Heinz Rummenigge habla en AS tras dejar su cargo de director general del Bayern de Múnich.

¿Cómo vivió sus primeras vacaciones en 30 años sin tener que estar pendiente del mercado?

 Fue un verano bonito, lo pasé con mi familia en la isla de Sylt. Afortunadamente, el tiempo estuvo mejor que en Múnich. Fueron días más tranquilos que otros años.

¿Es posible cambiar de director general del Bayern a aficionado en un día?

Cuando decidí dar un paso atrás, era consciente de lo que significaba. Tenía que estar dispuesto a soltar la cuerda, por ello me tomé unas vacaciones más largas de lo habitual. Antes, el Bayern era lo primero en lo que pensaba al despertarme y, también, lo último que se me pasaba por la cabeza antes de acostarme. No es fácil cambiar este tipo de hábitos, solo es posible si estás por la labor de cerrar un capítulo de verdad.

Le pregunto como aficionado: ¿qué le parecen los fichajes del Bayern?

No quiero entrar en detalle. Creo que el equipo ha empezado bien y será cuestión de tiempo que tome el liderato. Teniendo en cuenta la plantilla, estoy convencido de que será campeón por décima vez consecutiva. En cuanto a la Champions, habrá que esperar a ver en qué momento llega a las eliminatorias.

¿Entregó el Bayern a sus sucesores como siempre imaginó?

En cuanto a mi posición, deposito muchas esperanzas en Oliver Kahn como director general. Uli (Hoeness) y yo siempre perseguimos el objetivo de entregar un Bayern en pleno estado de salud y así es, muy a pesar de la crisis a raíz del coronavirus. Ganamos siete títulos en apenas 13 meses y, ecónomicamente, hemos logrado salir con un ojo morado de las dos temporadas marcadas por el virus como se pudo ver en nuestro último balance anual sin déficit. Es la base para seguir mirando con ilusión al futuro.

¿Su mayor reto al frente del club?

El mismo al que se enfrentan los dirigentes actuales: tener éxito a nivel nacional y, especialmente, internacional a pesar de la potencia económica de ciertos clubes con más ingresos por televisión, en manos de milmillonarios o de estados enteros. Hace diez años ya nos tuvimos que enfrentar a este tipo de desafíos y sigo estando muy orgulloso de que en el Bayern no cometimos ningún tipo de locura en este sentido. Aun así, llegamos a tres finales de Champions en los últimos diez años y ganamos dos. El Bayern puede estar orgulloso.

¿A qué retos se enfrenta el fútbol alemán?

Tenga en cuenta que la Bundesliga es la última liga que, gracias al modelo del 50+1, permanece cerrada a inversores que persigan el deseo de hacerse con la mayoría de un club. Está en manos de la Bundesliga decidir si quiere mantener este modelo en el futuro. Siempre estuve a favor de tomar decisiones meditadas. Quizá, en Alemania se trate este tipo de temas con más precaución. Los aficionados alemanes son más críticos con respecto a este asunto que los ingleses, italianos y españoles, pero la Superliga puso a prueba que una afición crítica puede ser fundamental para el bien del fútbol. Es sabido que el Bayern se distanció desde un principio. De ser diferente, den por hecho que hubiéramos tenido que contratar guardaespaldas ante la reacción de nuestra hinchada. La afición es clave para no caer en la tentación de nadar con la corriente.

La afición como elemento regulador.

Han de ser críticos, pero no tan retro. Todos sentimos nostalgia hacia lo que ocurrió hace 20, 30 años, pero háganme caso: en cuanto a atractivo y labor sociopolítica, el fútbol jamás fue mejor que hoy.

¿A pesar de los inversores?

Pienso que, en Alemania al menos, cada club debería poder decidir por sí mismo si quiere abrirles sus puertas o no. El Sankt Pauli, por ejemplo, no lo hará jamás. Pero quizá otros clubes sí sientan esa necesidad para poder volver a mirar hacia delante. El PSG no era un club competitivo a nivel internacional antes de la entrada de Qatar y, ahora, es el favorito a ganar la Champions. Creo que no hay que cerrarse de antemano, sino medir pros y contras. Traducido a la Bundesliga, significa que tenemos que contestar a la siguiente pregunta: ¿la Bundesliga, como competición, es suficiente o queremos seguir viendo triunfar a equipos alemanes a nivel internacional?

Como el Bayern en aquel 2-8 ante el Barça. ¿Cómo recuerda el partido?

Fue una locura. Todos pensábamos que estábamos en un sueño y nos iban a despertar en algún momento. Pero no. Creo que jamás viví y jamás volveré a vivir algo igual. Nuestro equipo estaba en trance. Y ese partido le sirvió para creerse que podía ganar la Champions de verdad. Lo que hicieron Hansi Flick y nuestro equipo en Lisboa fue excepcional.

¿Qué significa la marca de Messi para el Barça y LaLiga en general?

En cuestión de tres años, LaLiga ha perdido a sus dos insignias. Cristiano se marchó a la Juventus y, ahora, Messi al PSG. Ambos dejan un vacío en términos de márketing que no se podrá llenar. Cada uno es libre de opinar lo que quiera, pero considero un gol en propia puerta haberse visto obligado a largar a Messi por consecuencias del fairplay financiero.

¿Qué opina de las finanzas en el Camp Nou?

Lo vimos venir. Cuando acumulas tantos gastos es normal que las cuentas no terminen saliendo, sobre todo después de lo que ha supuesto el coronavirus para todos. El camino que afronta ahora es duro, pero también correcto y necesario. Reducir gastos se antoja indispensable con más de 1300 millones de euros de deudas. No existe alternativa. Y mi buen amigo Joan Laporta también lo sabe.

¿Mantiene buena relación con él?

Es un tipo sensacional. Y mejor mánager. Ya lideró el club durante su época más gloriosa con Pep como entrenador y no puedo estar más convencido de que también será capaz de sacar al Barça de esta crisis. Su candidatura, teniendo en cuenta el momento por el que pasa el club, me pareció hasta valiente y noble. Se nota que siente responsabilidad por su club y quiso hacerla valer en estos momentos tan difíciles.

El Real Madrid también tiene deudas, pero...

De alguna manera habría funcionado. Cuando pretendes pagar esa suma por un jugador, deduzco que tendrás el dinero en la caja. No estoy al tanto de las finanzas del club, pero sí jugué un tiempo en Italia y por eso sé que las cosas funcionan diferente en el sur de Europa. Allí, el fútbol toma una importancia sociopolítica aún mayor que, por ejemplo, en Alemania. Imagínense a Cataluña sin el FC Barcelona. Es inviable. De ahí que la importancia del club sea otra, tanto sobre el terreno de juego como fuera de él.

¿Le preocupan ciertas tendencias en el fútbol moderno?

Todos hemos sido testigo de las cantidades que, a pesar de la crisis, han invertido los ingleses y el PSG. Lo primordial debe ser la competición en igualdad de condiciones. Por ello, todo mi esfuerzo como miembro del Comité Ejecutivo de la UEFA irá destinado a preservar dicha justicia deportiva. Las cantidades que se han vuelto a mover en el reciente mercado, especialmente en el contexto de la Pandemia, son difíciles de entender. Está claro que, cuando tienes tanto dinero como para comprarte un club y no dependes de sus ingresos, actúas con ventaja en el mercado con respecto a los demás.

Se le nota preocupado.

El fútbol va mal encaminado desde 1995, en concreto desde la sentencia en el caso Bosman. El hecho de que jugadores puedan marcharse libres al finalizar contrato ha provocado una serie de aberraciones en cuanto a salarios, comisiones para agentes y cantidades por traspasos. Depende de la UEFA y, al ser el máximo órgano regulador del fútbol munudial, de la FIFA en especial volver a encauzar un mercado que cada vez está más fuera de control. Eso sí, estoy convencido de que la UEFA puede y necesita encontrar herramientas para garantizar lo más importante de este deporte: una competencia sana y en igualdad de condiciones.

¿Es legítimo lo que hace el PSG?

Desconozco las cifras exactas en cuanto a presupuesto y masa salarial del PSG, pero intuyo que habrán incrementado. Nasser (Al-Khelaifi), por su parte, dejó caer que, a la vez, disponen de más ingresos. Está claro que la UEFA seguirá el asunto muy de cerca, pero cabe recordar lo siguiente: el balance que cuenta con respecto al fairplay financiero es el de junio de 2022, no el de ahora. Es lo que dicta el reglamento. Será entonces cuando se comparen gastos e ingresos con exactitud, a estas alturas de la temporada solo sabemos de gastos. Llegado el momento, la UEFA examinará los números y sabremos más.

¿El fairplay financiero necesita de una reforma?

Debe ser adaptado a los tiempos que corren. La forma de negociar y las finanzas han cambiado drásticamente en los últimos 10 años. También espero que los políticos estén dispuestos a garantizar apoyo legal al fútbol, cosa que no ocurrió en el pasado.

¿La Superliga ha muerto?

Existen tres clubes que la mantienen con vida, al menos en términos jurídicos. En lo deportivo, me cuesta ver una competición con tres integrantes. No sé por qué los tres siguen aferrándose a ella, lo que sí sé es que la Superliga, tal y como estaba organizada al principio, está muerta. Eso no lo digo yo, lo dijeron los aficionados al fútbol en toda Europa. Su reacción fue clara y provocó que ningún club en Inglaterra, Francia o Alemania vuelva a caer en la tentación de jugar con el fuego. Sin tener en cuenta que fue un acto precipitado por parte de los presuntos fundadores.

Continúe.

Estoy convencido de que se quiso precipitar la fundación para paliar los efectos provocados por la Pandemia a corto plazo. Estamos hablando de 250 y 350 kilos en la mano para cada club, lo que hubiera sido la famosa gota de agua en el océano porque, a la larga, ese dinero incluso hubiera empeorado la situación económica de más de uno.

A Florentino Pérez no lo conoce de ayer. ¿Sabía de sus planes?

Digamos que no me pilló de imprevisto. Florentino siempre fue partidario de la Superliga. Estamos hablando de un gran empresario que llevaba tiempo sin estar de acuerdo con decisiones de FIFA y UEFA y actuó en consecuencia. La idea de la Superliga no nace en abril, sino mucho antes.

¿También insistió tanto por Lewandowski?

Jamas dejó caer su nombre en ninguna de nuestras conversaciones. Me conoce muy bien y sabe que no se vende a un jugador como Lewandowski. Siempre dije que los dos mejores fichajes que hice en 30 años al frente del Bayern fueron él y Neuer. El mejor atrás y el mejor arriba, sin los que los éxitos recientes no hubieran sido posibles..

Tampoco le vendió a Ribéry en 2008.

Quisimos lanzar un mensaje al mundo del fútbol. Nos ofrecían 75 millones por Ribéry, en aquella época hubiera batido todos los récords. Me acuerdo de que nos sentamos todos y comenzamos a discutir el asunto para llegar a la conclusión de que no íbamos a vender ni por ese dinero ni por más. Nuestra intención era mostrarle al mundo que el Bayern no es un club comprador o vendedor. Fue una señal clara, tanto a los clubes como a nuestros jugadores que, a partir de ese momento, entendieron que los contratos se firman aquí para cumplirlos.

El Borussia Dortmund está tomando la misma postura con respecto a Haaland.

Conozco a Aki (Watzke) y sé que es un hombre de palabra. Dijo que no le iban a vender y así fue. Aunque será muy complicado retenerle en la Bundesliga más allá de 2022, momento en el que tengo entendido que entra en vigor una cláusula de rescisión. No para de marcar y los clubes ya están haciendo cola para convencerle a él y a su agente. Viviremos una verdadera subasta en la que, teniendo en cuenta que la cantidad por el traspaso ya está fijada en el contrato, se lo llevará el que más sueldo le ofrezca. No creo que sea asumible para para ningún club de la Bundesliga, ni siquiera para el Bayern.

Concluyamos con otro gran delantero: se fue Gerd Müller.

Así es, triste y desafortunadamente. Recuerdo mi discurso hace justo un año en el 75 cumpleaños de Franz Beckenbauer. Le describí como el jugador más importante en la historia del Bayern. Me dio las gracias, pero no dudó en corregirme. Dijo que él no había sido el más importante, sino Gerd. Todos nos miramos sorprendidos. Pero llevaba razón. Sin Gerd, nada hubiera sido posible. Nunca le olvidaremos y siempre le recordaremos.

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