Lo que no contó el documental: qué se sabe de la salud de Michael Schumacher tras su accidente
Hace casi ocho años que la leyenda del automovilismo mundial sufrió un accidente de esquí en Los Alpes y la familia no permite que se filtre ningún tipo de información sobre su estado
El alemán esquiaba en la estación alpina de Méribel junto a su familia cuando se golpeó la cabeza contra una roca que le provocó un traumatismo craneoencefálico severo, con hematomas intracraneales y edema cerebral difuso. De inmediato, un helicóptero arribó al lugar y lo llevó a la clínica de Moutiers, aunque tras estabilizarlo fue trasladado nuevamente, esta vez a un nuevo centro médico en Grenoble, más preparado para tratarlo. “Ha necesitado inmediatamente una intervención de neurocirugía. Se encuentra en estado crítico”, informó el primer parte médico que se conoció después de que se le practicara una doble cirugía en la cabeza.
Fue entonces cuando el corredor quedó inmerso en un coma profundo y su familia levantó un cerco mediático que evite que cualquier tipo de información sobre su estado llegue a oídos de los fans, de la prensa o de cualquiera ajeno al círculo íntimo. Hasta el día de hoy, ese muro que impide las filtraciones sigue tan sólido como el primer día.
Desde entonces se ha sabido poco y nada sobre Schumacher, que en junio de 2014 pasó a estar internado en el hospital universitario de Lausana, Suiza. Tras pasar poco más de 250 días entre diversas clínicas, su esposa, Corinna Bresch, tomó la decisión de mudar al ex piloto de Ferrari a su hogar, una mansión a orillas del Lago Geneva, en Gland, Suiza, que fue reformada para mantener con vida al múltiple campeón de mundo.
Con el pacto de silencio de la familia, hubo que apelar a las declaraciones de algunos allegados a su círculo íntimo para poder saber al menos pequeños datos que ayuden a deducir cómo se encuentra Schumacher en la actualidad. En septiembre 2016, el abogado de la familia, Felix Damm, reveló que el ex piloto no podía caminar y ese dato fue uno de los primeros que aportó algo nuevo desde su accidente.
Hubo que esperar casi dos años, para saber algo más. En agosto de 2018, un familiar que se mantuvo en el anonimato habló con la revista Paris Match: “Cuando lo pones en su silla de ruedas frente al hermoso panorama de las montañas que miran al lago, Michael a veces llora”. Luego fue el arzobispo Georg Ganswein, quien dio más detalles a la revista Bunte: “Me senté frente a él, lo toqué con ambas manos y lo miré. Su cara, como todos sabemos, es la típica cara de Michael Schumacher; sólo se ha vuelto un poco más rellena”.
En 2019 hubo un gran cambio con respecto a los anteriores, luego de varios rumores sobre una mudanza, que fueron desmentidos por la familia, un megaoperativo de seguridad alertó a París de que la leyenda de la Fórmula 1 había sido trasladada a un centro clínico de la capital francesa. El germano que para entonces ya tenía 50 años llegó en una ambulancia al Hospital Georges-Pompidou y entró en una camilla cubierto por una manta azul que ocultó completamente su rostro y su cuerpo, rodeado de una decena de personas que formaban parte del dispositivo de seguridad.
Allí, se supo después, fue atendido por Philippe Menasché, pionero de la terapia celular para curar la insuficiencia cardíaca. Sin embargo, el médico no afirmó haber trabajado directamente sobre Schumi y negó que estuvieran realizando un “experimento” como se había dicho en primera instancia: “Yo no hago milagros. Con mi equipo no estamos haciendo ningún ‘experimento’, término abominable que no se corresponde con una visión sería de la medicina”.
Después de aquel episodio que duró una semana y que acabó con el regreso de Schumacher a su mansión, Corinna rompió el silencio y le brindó una entrevista a la revista alemana She’s Mercedes Magazine, en la que dio algunas precisiones sobre el estado actual de salud de su marido. “En este momento está en las mejores manos posibles y nosotros estamos haciendo todo lo posible para ayudarlo. Pueden estar seguros de ello”.
Según la propia esposa del siete veces campeón de F1, uno de los particulares pedidos del alemán está relacionado con que nada de su recuperación sea expuesto. “Traten de comprender solamente que estamos siguiendo la voluntad de Michael de mantener en secreto su estado de salud”, agregó.
Eso es todo lo que se conoce de manera oficial sobre la salud de Michael Schumacher, más allá de los mensajes motivadores de algunas personas que forman parte de su círculo íntimo como el multimillonario Bernie Ecclestone, quien en un documental aseguró: “Él no está con nosotros en este momento. Pero cuando esté mejor, contestará todas las preguntas”.
En agosto de este año fue Jean Todt, presidente de la Federación Internacional del Automovil (FIA), quien brindó declaraciones que alimentaron la esperanza de los fans del alemán: “Gracias al trabajo de los médicos y a la ayuda de Corinna (Betsch), que quería que Michael sobreviviera, éste sobrevivió, pero con consecuencias y en este momento está luchando con estas consecuencias. Esperamos que las cosas mejoren lenta, pero inexorablemente”, comentó en diálogo con el portal alemán Bild.
Además, el francés de 75 años, que tiene encuentros constantes con Schumacher, defendió el hermetismo ordenado por la esposa del piloto: “Es una gran mujer y ahora dirige a la familia. Corinna nunca esperó algo así, pero desgraciadamente ocurrió y no tuvo elección”.
La esposa de Schumi participó del documental que fue estrenado hace algunas semanas en donde si bien evitó dar testimonio sobre su salud, sí se refirió a cómo esto la ha afectado: “No importa lo que pase, haré todo lo que pueda. Todos vamos a hacer eso. Hacemos todo lo posible para mejorar a Michael y asegurarnos de que se sienta cómodo y solo para que se sienta como si estuviera con su familia para continuar con nuestro vínculo”.
Sin dar mayores precisiones sobre cómo se encuentra su marido, de 52 años, recordó lo ocurrido aquel 29 de diciembre: “No sé si es solo una especie de muro protector que tú misma levantas o si es porque eres de alguna manera ingenua, pero simplemente nunca se me ocurrió que algo podría sucederle a Michael”. En este sentido, agregó: “Poco antes de que sucediera (el accidente) en Méribel, me dijo: ‘La nieve no es óptima. Podríamos volar a Dubai y hacer paracaidismo allí”.
En el documental, la esposa del ex piloto explicó por qué han decidido no dar ningún tipo de información sobre el estado de salud de su marido: “‘Lo privado es privado’, siempre decía él. Para mí es muy importante que pueda seguir disfrutando de su vida privada tanto como sea posible. Michael siempre nos protegió. Ahora estamos protegiendo a Michael. Por supuesto que extraño a Michael todos los días, pero no soy solo yo quien lo extraña: los niños, la familia, su padre, todos los que están cerca de él. Michael está aquí de una manera diferente, pero está aquí y creo que eso nos da fuerza”.