Las dos caras de Boca en Tucumán: más allá de la victoria por 2 a 1 ante Atlético, por qué atrapa... y al rato se marea
El equipo xeneize dispuso del mejor primer tiempo en la nueva era, pero luego se descuidó con un gol en contra y reaparecieron las dudas, cuando pudo haber goleado; el valor de ganar fuera de casa
En esos primeros 45 minutos, se vio la mejor versión desde que Battaglia es el entrenador. Audaz, punzante, dueño total del espectáculo, más allá de que el encuentro se jugó en Tucumán y frente a unos 100 privilegiados socios. Boca se impuso por 2 a 1 frente a un débil, limitado Atlético Tucumán. Omar de Felippe, el conductor del Decano, tiene el futuro en suspenso.
Lo mejor de Boca no fue la actuación. De por sí, superadora, ambiciosa y con cierta consistencia defensiva, más allá de que el equipo local no ofreció ni cosquillas. En tiempos en los que Boca no reluce por sus figuras y se sostiene en algunas caras juveniles con prepotencia, el recambio ofrece un futuro con los ojos bien abiertos.
La prioridad xeneize es la Copa Argentina, porque el Torneo 2021 lo encuentra algo alejado de los primeros lugares y porque el otro certamen doméstico ofrece la recompensa que persigue, a esta altura, toda una vida: un lugar en la próxima Copa Libertadores. Y más aún: la hipótesis de conseguir un título local, en un año con contratiempos. Este miércoles, se cita con Patronato, por los cuartos de final. Y como en nuestro fútbol actuar en dos encuentros en una semana parece un imposible, el joven conductor reservó a varias piezas. Y se inclinó por Lisandro López, Cardona como número 10 y la pareja de ataque Pavón-Orsini. Además, los juveniles siempre están al pie del cañón: esta vez le tocó a Rodrigo Montes, de 21 años.
Resolvió el asunto durante el primer tiempo. Lisandro López, de media vuelta, a la salida de un córner –un tiro de esquina que no fue, porque el balón fue enviado por Fabra– y el pibe Montes, luego de un centro atrás de Pavón, en una resolución que tuvo toques y sorpresas en toda su construcción.
Desbordado Mussis en la zona media, Atlético Tucumán fue un equipo partido, bloqueado en la defensa y sin capacidad de reacción. Solo era sostenido por una cuota de pasión. Mientras se espera la resolución para el regreso del público argentino a las canchas, Atlético Tucumán tomó una noble medida para agasajar a los socios que cumplen con la cuota social mensualmente a pesar de la crisis que generó la pandemia.
El club premió a los hinchas que están al día desde enero de 2020, quienes participaron de un sorteo por 100 entradas para vivir en vivo y directo el fútbol, en el pintoresco Monumental José Fierro, justo frente a un gigante.
El sorteo se realizó ante un escribano público y los ganadores, que fueron informados a través del sitio oficial de Atlético Tucumán, cantaron por los colores, más allá de la pobre tarea del equipo que los representa. Fue algo así como un volver a vivir.
Boca estuvo cerca del 3-0. Orsini, Pavón, Montes..., hasta que en una acción desafortunada, López se sorprendió con el balón, que fue directo a la red. El tanto en contra le dio un vuelco al espectáculo: de estar inclinada la cancha en casi todo momento del lado del conjunto xeneize, se presentó el suspenso. Perdido por perdido, el Decano se sintió vivo, reluciente y no tuvo mejor idea que cubrir de centros el área xeneize, altos, bajos, confiables, erráticos. Tal vez, en una de esas, una iba a tener. No la tuvo.