La OTAN advirtió sobre “la expansión del arsenal nuclear” del régimen chino y pidió un diálogo sobre el control de armamento
El secretario general del organismo, Jens Stoltenberg, solicitó a Beijing “respetar sus compromisos internacionales y actuar de manera responsable en el sistema internacional”
China no está considerada adversaria por la OTAN, pero debe “respetar sus compromisos internacionales y actuar de manera responsable en el sistema internacional”, manifestó Jens Stoltenberg, secretario general del organismo, durante una entrevista por videoconferencia con el jefe de la diplomacia china, Wang Yi.
Stoltenberg “expresó las preocupaciones de la OTAN sobre las políticas coercitivas de China, la expansión de su arsenal nuclear y la falta de transparencia en su modernización militar”, indicó la Alianza en un comunicado.
“El secretario general subrayó que la transparencia y el diálogo recíprocos sobre control de armamentos sería benéfico tanto para la OTAN como para China”, agregó el texto.
El régimen de China se ha convertido en motivo de preocupación para los aliados.
“Las ambiciones declaradas de China y su comportamiento determinado representan desafíos sistemáticos para el orden internacional cimentado en reglas y en campos que revisten importancia para la seguridad de la Alianza”, afirmó en la declaración adoptada en su última cumbre en junio de 2021.
Pero “China no es nuestro adversario ni nuestro enemigo”, señaló Stoltenberg.
Por eso, el diplomático noruego dio “la bienvenida al diálogo cada vez más amplio entre la OTAN y China” y destacó “el potencial para una mayor implicación en desafíos comunes, como el cambio climático”.
En la última cumbre de líderes de la OTAN, celebrada en junio, los aliados dirigieron su atención al régimen de China y en el comunicado final indicaron que veían oportunidades de compromiso con Beijing en temas como el control de armas o el cambio climático, pero advirtieron de que su creciente influencia y políticas internacionales suponen retos para la seguridad de la Alianza que acordaron abordar juntos.
El fin de semana el periódico South China Morning Post advirtió que el régimen de Xi Jinping trabaja en el desarrollo de un arma hipersónica “capaz de freír los sistemas de telecomunicaciones en 10 segundos”.
“¿Derrotar a un ejército sin luchar y sin bajas? Es muy posible, si se hace realidad un nuevo tipo de arma hipersónica propuesta por un equipo de científicos especializados en cohetes de China”, alertó el periódico en su portada de este domingo.
Diseñada para generar un intenso pulso electromagnético capaz de aniquilar las líneas de comunicación y de suministro eléctrico, revela que el arma tendría un alcance de 3.000 km, más o menos la distancia entre la costa oriental de China y Guam. “Al volar a seis veces la velocidad del sonido, cubriría esta distancia en 25 minutos”, advierte.
A diferencia de los misiles balísticos, se mantendría dentro de la atmósfera terrestre para esquivar los sistemas de alerta temprana basados en el espacio, al tiempo que utilizaría tecnología de sigilo activo para evitar ser detectado por los radares en tierra, según el equipo de investigadores de la Academia China de Tecnología de Vehículos de Lanzamiento de Beijing.
Por su parte, la situación en Afganistán también fue mencionada por la OTAN. El secretario general de la Alianza insistió en la necesidad de abogar para “que el país no sirva de nuevo de plataforma para los terroristas”.
En ese sentido, pidió coordinación internacional, incluso con países de la región, “para que los talibanes deban rendir cuentas de sus compromisos en materia de lucha contra el terrorismo y respeto de los derechos humanos, especialmente los de las mujeres”.
El ex primer ministro de Noruega recordó que ningún ataque terrorista contra Estados aliados se ha organizado desde el país asiático desde 2001.