Joe Biden se reunió con los demócratas moderados para convencerlos de apoyar el plan de 3,5 billones de dólares
Los senadores Joe Manchin y Kyrsten Sinema han expresado sus reparos al gasto elevado del gobierno. Para aprobar el proyecto, el oficialismo no puede ceder ningún voto en la Cámara Alta, ante la firme oposición republicana
Los demócratas tienen una escasa mayoría en el Senado, por lo que Manchin y Sinema son fundamentales para las perspectivas del proyecto de ley, de 3,5 billones de dólares.
La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki, dijo a los periodistas que el propósito de las reuniones era consensuar un “camino a seguir” en la legislación propuesta por Biden.
El portavoz de Sinema, John LaBombard, dijo: “La reunión de hoy fue productiva, y Kyrsten sigue trabajando de buena fe con sus colegas y el presidente Biden mientras se desarrolla esta legislación”. LaBombard no dio detalles de la conversación.
“Hoy, el presidente tuvo reuniones individuales productivas con la senadora Sinema y el senador Manchin sobre su agenda Build Back Better (Reconstruir Mejor). Está en contacto regular con un amplio abanico de miembros de la Cámara y el Senado y continúa comprometiéndose con ellos a medida que avanzamos en el paquete de reconciliación para que podamos cumplir con las familias de clase media”, dijo un responsable de la Casa Blanca.
Manchin tenía previsto discutir el amplio proyecto de ley de gastos e impuestos el miércoles por la noche, indicó Psaki.
La reunión se produce después de que Manchin dijera el fin de semana que no apoyaría un paquete de 3,5 billones de dólares e instara a una versión más reducida, lo que lo pone en desacuerdo con otros demócratas que apoyan el proyecto de ley más grande para abordar los principales objetivos del partido mientras mantienen un estrecho control en el Congreso.
La legislación - a la que se oponen los republicanos en la oposición- pretende complementar un proyecto de ley de infraestructuras de un billón de dólares que apoyaron miembros de los dos partidos y se centraría en la educación, el cuidado de los niños, los proyectos relacionados con el clima y otros asuntos.
Los demócratas están tramitando la legislación a través de un procedimiento especial llamado reconciliación presupuestaria. Esto les permitiría obtener la aprobación del Senado con una mayoría simple de 48 demócratas, los dos independientes que forman parte de su grupo y la vicepresidenta Kamala Harris, rompiendo un probable empate 50-50, y evitando así la oposición republicana.
De acuerdo con las normas del Senado, la mayoría de las leyes necesitan al menos 60 votos en la cámara de 100 miembros para ser aprobadas.
La presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, pretende celebrar una votación sobre el paquete de 3,5 billones de dólares, que podría ser revisado a la baja, a finales de septiembre y enviarlo al Senado para su consideración.
Con una escasa mayoría demócrata en la Cámara, Pelosi tendrá que satisfacer las demandas contrarias de las alas progresista y moderada de su partido. No obstante, el sector progresista ya advirtió que no aprobaría tampoco el plan de infraestructura de un billón de dólares si es que no se vota en conjunto con el paquete de 3,5 billones, para presionar a los sectores conservadores del oficialismo.