Hamilton se salva y Verstappen se retrata
Raúl Remojaro, As
La cita de Monza ha resultado emocionante, con resultados inesperados y manteniendo el interés en la lucha por el campeonato inalterada. Con todo, lo que menos me ha gustado ha sido la actitud de Verstappen tras el vuelo contra Hamilton, su indiferencia viendo a su rival debajo de su monoplaza. Es evidente que se habrá percatado de que estaba consciente, pero creo que por elegancia, compañerismo y deportividad hubiera sido lo suyo unas palabras o un gesto para confirmar que todo estaba bien. En lo deportivo resulta incuestionable la calidad de la joven estrella del equipo energético; en lo personal, sin embargo, creo que todavía le queda mucho por madurar y aprender. La ambición del triunfo es legítima y comprensible, tanto como exigible una actitud más ejemplar de los ídolos deportivos. Los campeones deshumanizados pierden mucho de su atractivo…