F1 (MONZA) | CLASIFICACIÓN / Bottas ejerce de lanzador

Pole del finlandés para la carrera al esprint, pero saldrá último el domingo por cambiar motor. Hamilton delante de Verstappen, Sainz es 7º y Alonso, 13º.

Jesús Balseiro
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El domingo sale último, pero este viernes Bottas se va a la cama con la sensación de poleman. Los Mercedes volaron en Monza, el Templo de la Velocidad, y recordaron que su motor sigue a una distancia sideral de cualquiera que amague con hacerles la competencia, con casi medio segundo de ventaja sobre el Red Bull Honda. Aun así, no muchos esperaban que el finlandés que abandona el equipo se impusiera en la clasificación al heptacampeón que lucha por el Mundial. Así fue, Valtteri batió a Hamilton por un margen de 19 milésimas que encontró, como por arte de magia, cuando sus ingenieros le dieron un rebufo decente.

Pero no hay magia: Bottas cambió todas las piezas de la unidad de potencia y arrastra una penalización en la parrilla del domingo (no del sábado). La ventaja de estrenar motor en un trazado que se hace con el pie a fondo es enorme. Por mucho que corra el viernes, y aunque pueda ganar el 'F1 Sprint' del sábado, el finlandés se apartará en la carrera que reparte los puntos para dejar paso a Hamilton en su cruzada contra Verstappen. Sin querer abusar de terminología ciclista, la que mejor define el arte del esprint, Valtteri no es más que el lanzador de Mercedes.

El tercer mejor tiempo de Mad Max, casi medio segundo por detrás de sus rivales, abre la puerta también a un posible cambio de motor Honda que le permita llegar con caballos y fiabilidad al tercio final de la temporada, cuando se decidirá el título. Monza permite remontar. No fue una sorpresa que los McLaren se pegasen a la estela del neerlandés y finalizasen, separados por milésimas, cuarto y quinto. Norris y Ricciardo son firmes candidatos al podio este fin de semana una vez que configure la parrilla definitiva, con castigos. Tras ellos sale Gasly, mejor que los dos Ferrari.

Sainz sale séptimo y Alonso, 13º

Pero no fue un mal día para los coches de Maranello, ni mucho menos. Sainz y Leclerc se asentaron desde el inicio en el top-10 a pesar de las tensiones habituales, el tráfico y demás, y pasaron holgadamente a la Q3. El pulso lo ganaba el monegasco inicialmente, pero en su último intento el madrileño se inventó una décima que le sitúa séptimo, justo por delante de Charles. Sin el motor que merecen, los SF21 se defienden en casa, no se arrastran como en 2020. Lucharán por los puntos, porque McLaren está demasiado lejos este fin de semana. Checo sale noveno y un digno Giovinazzi, décimo. El italiano se juega el puesto.

Alonso no pasó de la Q2 y saldrá 13º en la carrera del sábado, delante de su compañero. Alpine cedió frente a los Aston Martin, dos monoplazas propulsados por Mercedes en el circuito de motor por excelencia, eso no habla muy bien de Renault. La buena noticia, que el asturiano puede pescar en el esprint, como hizo en Silverstone, y dar espectáculo, que es para lo que se inventó este deporte. La estrategia ofrece dos posibilidades: salir con el neumático blando para atacar o con el medio para mantener. No tendría mucho sentido defender un 13º.

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