Espectacular empate entre Inter y Atalanta

Partidazo en San Siro: tras una gran volea de Lautaro, la Dea dio la vuelta a la tortilla con Malinovskyi y Toloi. Dzeko puso las tablas, pero hubo de todo...

Mirko Calemme
As
Inter y Atalanta dieron vida esta tarde al que fue, con diferencia, el partido del Calcio más divertido de este arranque de curso. Acabó en tablas, pero lo pudieron ganar ambos y hubo emoción del primero al último minuto, alternando calidad, intensidad, duelos, sorpresas, polémicas... Pasó de todo y acabó como nadie quería.


El equipo de Inzaghi, con este 2-2, se aleja de la cima de la tabla (ocupada por el Milan con dos puntos más, a la espera del Nápoles-Cagliari) y mientras que la Dea, con 11 puntos, sigue fuera de los puestos de Champions.

Lautaro dejó claro nada más comenzar que iban a ser 90 minutos especiales: el argentino, recibiendo un pase largo de Barella (que ya suma cuatro asistencias) abrió la lata con una espectacular volea, su cuarto tanto de este curso. El gol no despeinó a los de Bérgamo, que le dieron la vuelta a la tortilla antes del descanso gracias a un gran Malinovskyi.

El mediocampista primero firmó el 1-1 con una bonita rosca y luego propició el 1-2 con otro remate que Handanovic neutralizó muy mal, entregándole el esférico a Toloi, que lo empujó entre palos sin apuros.

La Dea pudo sentenciar en el comienzo de la reanudación otra vez con el ucraniano, que golpeó el poste con un potente lanzamiento de falta. Los visitantes perdonaron un par de veces más el 1-3 y el Inter, poco a poco, resurgió. Lo hizo sobre todo gracias a los revulsivos de Inzaghi, con Dimarco protagonista. El lateral, con un remate neutralizado por Musso, entró en la jugada del 2-2, que firmó Dzeko aprovechando el rechace, y luego lanzó un penalti forzado por el mismo bosnio por una mano de Demiral.

El italiano, sin embargo, estrelló su remate en el larguero en el 85' y entonces volvió a la carga el Atalanta. Una jugada rápida de los nerazzurri valió el increíble 2-3, realizado por Piccoli con un derechazo, pero el VAR, que ya intervino en la anterior pena máxima, anuló el tanto porque el balón había salido del campo antes, como mostraron claramente las imágenes. Hubo tiempo para un último intento interista, pero el partido ya había gastado todas sus emociones, con posesión al 50% y un total de 40 remates (¡19 contra 21!). El 2-2, justísimo, no se movió del marcador.

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