El Nápoles es una apisonadora

 Los de Spalletti están imparables: tras el 4-0 al Udinese, batieron a la Sampdoria con el mismo resultado y siguen con pleno de triunfos. Golazo de Fabián.

Mirko Calemme

As

Luciano Spalletti ha convertido al Nápoles en una máquina imparable. Los azzurri cosecharon ante la Sampdoria su quinto triunfo en cinco jornadas y vuelven a liderar el Calcio en solitario con dos puntos de ventaja sobre Milan e Inter. Los sureños, tras destrozar 4-0 al Udinese a domicilio, hicieron lo mismo en el estadio de la Sampdoria, además con el mismo resultado. Fue un golpe sobre la mesa muy fuerte de los napolitanos, que dominaron el enfrentamiento y en este comienzo de curso casi no muestran defectos.

Los de D’Aversa, procedentes de un momento positivo (venían de un empate a dos con el Inter y del 3-0 endosado al Empoli), comenzaron presionando fuerte y alto, un error garrafal ante los azzurri, que aprovecharon los espacios de manera letal. El 0-1 llegó tras apenas diez minutos, cuando Osimhen recuperó un balón, lo cedió a Insigne y lo recibió de vuelta con una estirada que Audero no supo detener.

Tras otro gol anulado al punta por fuera de juego, Fabián se sacó de la chistera un golazo de los suyos, el segundo del año y en el mismo estadio donde marcó ante el Genoa en agosto. Un zurdazo potente y preciso del exbético a pase otra vez de Insigne valió el 0-2, que puso definitivamente cuesta abajo el partido para los visitantes. El Nápoles sentenció cinco minutos después del comienzo de la reanudación, cuando Lozano encontró en el área con un centro raso a Osimhen, que con un derechazo sumó su quinto gol en cinco partidos disputados. El ex del Lille ya explotó.

En el 59', los de Spalletti completaron el póker con otro gran tanto, esta vez con un zurdazo de Zielinski (siempre a pase de Lozano), quitándole sentido a la última media hora. A la Samp le anularon el gol del honor (de Caputo) por fuera de juego, mientras que los sureños rozaron la manita con uno de sus revulsivos, Ounas. Bajo el Vesubio, tras tantos disgustos, nadie quiere hablar de scudetto. Con estas actuaciones, no obstante, será imposible no hacerlo muy pronto.