El Bayern también arrasa con diez

Los de Nagelsmann logran una victoria abultada frente al Greuther Fürth. Jugaron la segunda parte con un jugador menos, por la expulsión de Pavard.

José Carlos Menzel
As
Se embala el Bayern de Julian Nagelsmann en la Bundesliga. Después de comenzar el nuevo curso en la élite alemana con un empate ante el Borussia Mönchengladbach, el campeón ha encadenado una racha de cinco victorias consecutivas que le colocan en lo más alto de la tabla. La última fue un 1-3 ante el recién ascendido Greuther Fürth que, sorprendentemente, no tuvo a Robert Lewandowski como protagonista. El polaco no pudo sumar su decimosexto partido consecutivo en la máxima competición alemana marcando y, de esta manera, se quedó sin igualar otro récord del histórico Torpedo Müller.

Sorprendió a todos el conjunto verdiblanco al optar por una presión ofensiva que no sirvió de nada ante un equipo capaz de circular el esférico bajo todo tipo de presiones. Se liberaba el Bayern como quería y tardó tan solo diez minutos para castigar a los locales por primera vez. Davies se encontró la autopista libre en el carril izquierdo, su centro fue rechazado y le cayó a Müller que, como suele ser habitual, no perdonó. Retrasó líneas el Greuther Fürth, permitiendo que el Bayern construyera a placer y comenzara a sentirse cómodo en campo rival. Mal asunto. La cayó el cuero a Kimmich en la frontal y el internacional alemán, con su diestra de seda, pegó el cuero al palo derecho para subir el segundo antes del descanso.

Tuvieron suerte los de Leitl que una volea de tacón de Lewandowski se estrellara en el travesaño, ya que la segunda parte empezó con un jarro de agua fría para el Bayern. Pavard fue expulsado tras una entrada feísima contra Green y el Fürth comenzó a ver la luz al final del túnel. Se atrevió más, volvió a adelantar líneas, pero no fue capaz de intimidar a un Bayern que, incluso con diez, no dejó de transmitir sensación de peligro cada vez que cruzaba la divisoria y, finalmente, obtuvo la recompensa gracias a un gol en propia de Griesbeck. Lewandowski también quería el suyo. Lo necesitaba para un nuevo récord. Pero solo cayó el tanto del honor, obra de Itten.

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