El abrupto final de una era: el día que Gómez Bolaños decidió acabar con “Chespirito”
El 25 de septiembre de 1995 el programa que llevaba 25 años al aire dejó de transmitirse en Televisa de manera repentina. A pesar de que seguiría teniendo un lugar en la televisión durante los años siguientes, nunca volvió a grabarse un nuevo episodio.
A lo largo de su trayectoria en la televisión, el programa de sketches misceláneos acumuló 300 millones de espectadores en todo el globo terrestre, según la página oficial de Chespirito. Ahí tuvieron su origen El Chavo del 8, El Chapulín Colorado, El Chómpiras, Chaparrón Bonaparte y el Doctor Chapatín, sólo por mencionar a algunos personajes que lograron cautivar a los televidentes con el humor de su creador: Roberto Gómez Bolaños.
Su legado, sin embargo, continúa intacto. A 26 años del último episodio que grabaron, el programa de la televisión mexicana es un referente de la comicidad en buena parte del mundo.
Cuando surgió, Chespirito no se llamaba así, sino Chespirotadas. Debe su origen a un programa semanal que se transmitía en la televisión mexicana durante los primeros años de la década de los 70: Sábados de la fortuna. Oportunidad que fue una casualidad, según narró Gómez Bolaños durante una entrevista. Quien, hasta antes de convertirse en aprendiz de escritor, estudiaba la carrera de Ingeniería:
“Yo tuve una oportunidad excelente, un productor, Sergio Peña, fue el primero que me dijo: ‘Tengo un programa, se llama Sábados de la fortuna. Tengo dos espacios de diez minutos, te los doy para que hagas todo lo que quieras’. Empecé a hacer en uno de esos espacios un sketch que se llamaba La mesa cuadrada, una burla de las mesas redondas. Tuvo tanto éxito que me dieron un programa completo para mí, ya sacándolo de ese programa”, recordó el también apodado “Chespirito”.
Durante las primeras emisiones, el programa conservó el nombre de Los supergenios de la Mesa Cuadrada. Sin embargo, poco tiempo después adoptó el mismo nombre que su creador, un mote que se ganó luego de que un director de cine lo llamo un “shakespirito” por su talento, apodo que él decidió castellanizar.
Durante su emisión, se presentaron algunas escenas cómicas como las aventuras del “Chapulín Colorado” un superhéroe mexicano con mucha valentía que parodia a los héroes estadounidenses. Concepto que Gómez Bolaños ya había desarrollado desde mucho tiempo atrás y que incluso intentó vender, sin éxito, a otros actores para que lo interpretaran.
El programa se transmitía todos los lunes a las 8:00 pm por el Canal 8 y levantó el rating a niveles insospechados. Aquello puso en alerta a la competencia de la televisora, el Canal 2, que pronto buscaría que Chespirito fuera parte de su oferta.
Pero antes de obtener el programa, el canal ofreció un puesto a Rubén Aguirre, quien en ese entonces ya actuaba junto a Gómez Bolaños en un sketch llamado “Los Chifladitos”. Dando pie así, de manera accidental, a la creación de otro de los personajes más emblemáticos del humor mexicano: “El Chavo del 8″.
Según recordó Roberto: “Yo hacía ‘Los Chifladitos’ con Rubén Aguirre. A él le ofrecieron un excelente trabajo en Canal 2, que era en ese entonces mi competencia. Y me dijo: ‘me voy’. Entonces ya no podía sustituir al actor, porque ya no se puede, así que iba a sustituir el Sketch. Dos semanas antes había hecho una cosita de niños, así, sin continuidad. Pero había gustado”.
“Así que hice otra, y otra. Luego le puse ‘Chavo’ y luego llamé a la ‘Chilindrina’. Entonces, hice ‘El Chavo’ porque se me fue Rubén. Ya después regresó a hacer el ‘Profesor Jirafales’, pero salió casualmente”. Así nació lo que algunos consideran la mayor creación del creativo de la comedia.
Chespirito pasó a ser parte de la programación del Canal 2 una vez que el Canal 8, operado por Televisión Independiente de México, se fusionó con Telesistema Mexicano en 1973 para dar pie a lo que hoy se conoce como Televisa. En el camino ya se habían unido otros grandes de la comedia: Carlos Villagrán, Edgar Vivar, Florinda Meza y Ramón Valdés, quienes fueron parte de los proyectos de Bolaños desde entonces.
Una vez que se formó Televisa, El Chapulín Colorado y El Chavo del Ocho tuvieron un espacio independiente de media hora cada uno por orden de Emilio Azárraga Milmo, quien era el dueño de la televisora. Así que el resto de los personajes del programa, como el Doctor Chapatín y Los Caquitos, tuvieron un segmento ocasional durante ambas series televisivas.
El programa de sketches cobró forma de nueva cuenta en 1980. En ese entonces El Chapulín ya había emitido su último capítulo y el programa La Chicharra, en donde Bolaños interpretó a un periodista, entró en su lugar. Pero el poco éxito de la teleserie orilló al creativo de la televisión a regresar el programa a un formato de antología como lo fue en el inicio.
A pesar de diversos cambios en el elenco, en 1984 Chespirito volvió a ocupar el horario estelar de la televisora: los lunes a las ocho de la noche, bajo su nombre original.
Sin embargo, algunos sucesos marcaron la siguiente década del programa. Diversas peleas entre los integrantes del programa y el sensible fallecimiento de Ramón Valdés en 1988 debido a que padecía cáncer de estómago, marcaron la segunda etapa del programa.
Entre cambios de elenco y bajas temporales por problemas de salud de los actores principales de las escenas teatrales y el rating a la baja, poco a poco se avecinaba el final de una era. En junio de 1992 se grabó el último episodio de El Chavo, dado que Gómez Bolaños, quien al momento tenía más de 60 años, ya no quería seguir dando vida a un niño en pantalla.
Un año después, en 1993, Los Caquitos era prácticamente el sketch protagonista del programa, aunque continuaban retransmitiéndose distintos episodios de las demás series. Sin embargo, la duración del programa se redujo de una hora a 30 minutos. Chespirito sencillamente no tenía el mismo impacto que antes.
En 1994, María Antonieta de las Nieves, la “Chilindrina” también anunció su retiro definitivo del programa y tiempo después, Édgar Vivar se retiró por problemas de salud, dejando casi a ningún elemento del elenco original en el programa. Así, a finales de 1995, Televisa decidió retirar el programa de su horario estelar.
Esta decisión, que relegaría Chespirito únicamente a los fines de semana, llevó a Roberto Gómez Bolaños a poner un punto final en el programa después de casi 25 años: el humor que se había ganado millones de fanáticos alrededor del mundo no sería jamás un programa de relleno. El programa sencillamente dejó de transmitirse sin ninguna explicación, marcando el final de una era en el humor de toda América Latina.