Descubrieron los restos de un dinosaurio carnívoro con dientes de tiburón y cola de lagarto: era el terror de los tiranosaurios
Paleontólogos de las universidad de Tsukba y Calgary hallaron un fósil en una roca de 90 millones de años de Uzbekistán
Este nuevo dinosaurio, representado por un hueso hallado en una roca de 90 millones de años de Uzbekistán, es un carcarodontosaurio que se cree medía unos 9 metros de largo. Esta especie también convivió con un tiranosaurio mucho más pequeño y sirve para delimitar el momento en que los temibles carcarodontosaurios empezaron a ceder el papel de depredador supremo a tiranosaurios más grandes.
El Ulughbegsaurus no es el primer dinosaurio que se encuentra en la zona. El fósil se conservó en lo que los paleontólogos conocen como la Formación Bissekty, una pila de rocas de entre 90 y 92 millones de años que conserva los restos de dinosaurios con cuernos, dinosaurios pico de pato, dinosaurios saurópodos de cuello largo y otros. “La Formación Bissekty representa uno de los ecosistemas más conocidos de Europa y Asia de su época”, dijo Zelenitsky, de acuerdo a Smithsonian.
La nueva especie no representa el último carcarodontosaurio conocido, sino que el descubrimiento también modifica los pensamientos de los paleontólogos sobre la vida en la Formación Bissekty. “Es posible que hubiera una compleja interacción entre Ulughbegsaurus y otros dinosaurios depredadores más pequeños”, señaló Zelenitsky, con especies de distintos tamaños corporales que preferían diferentes especies de presas.
Este nuevo hallazgo es la aparición más joven de esta relación carnívora que proviene de una época poco conocida, justo antes del surgimiento de los tiranosaurios.
Los paleontólogos no tienen una comprensión exacta sobre el momento en que tuvo lugar la Era de los Dinosaurios. Hay distintos factores que atentan contra la posibilidad de arribar a un momento más preciso, como el lugar donde se encuentran los fósiles, su accesibilidad, el tipo de cuestiones que los paleontólogos quieren estudiar, etc. En cuanto a la historia de los dinosaurios, los expertos se esfuerzan por comprender la parte del Cretácico comprendida entre hace unos 80 y 125 millones de años. En esa franja, los carcarodontosaurios del hemisferio norte pasaron de ser depredadores principales a no existir, y en su ausencia los tiranosaurios empezaron a ser cada vez más grandes, según Smithsonian.
Los investigadores siguieron esta tendencia observando el tamaño del cuerpo tanto de los tiranosaurios como de los alosauroides, el grupo de grandes dinosaurios carnívoros que incluye a los carcarodontosaurios. Hace unos 160 millones de años, el tiranosaurio primitivo Guanlong, de la antigua China, quedó eclipsado por el Sinraptor. La misma relación es evidente en el Cretácico, hace 125 millones de años, cuando el tiranosaurio Eotyrannus vivía junto al más grande Neovenator en la Inglaterra prehistórica. La coexistencia del Ulughbegsaurus y el pequeño tiranosaurio Timurlengia se ajusta a este mismo patrón. “Durante muchas decenas de millones de años, los tiranosaurios fueron los suplentes de los alosauroides”, afirmó Brusatte.
“Creo que cualquier hallazgo que podamos hacer en la ventana de 90 a 80 millones de años, o alrededor de ella, puede ayudar a arrojar luz sobre este intervalo poco conocido de los ecosistemas dominados por los dinosaurios”, dijo Zelenitsky, según Smithsonian. Aunque la relación entre los tiranosaurios, el tamaño del cuerpo y los carnívoros competidores parece ahora más clara, los paleontólogos aún no saben por qué los carcarodontosaurios dejaron de ser los mayores depredadores del hemisferio norte. “Dado que los alosauroides estuvieron frenando a los tiranosaurios durante tantas decenas de millones de años, no puedo imaginar que los tiranosaurios hayan descubierto de repente cómo superar a los alosauroides”, agregó Brusatte.
El dinosaurio recién descubierto desapareció del paisaje hace unos 89 millones de años y los científicos no saben con certeza a qué se debe, aunque podría ser el resultado de cambios en el entorno o de la disponibilidad de presas, dijo Zelenitsky.
“Las especies de presa, como los dinosaurios herbívoros, pueden haber cambiado si la flora o la vegetación cambian, por ejemplo”, explicó.