Brasil arrasa en la Libertadores
Es la segunda temporada consecutiva con pleno brasileño en la final. Ni Boca ni River ni cualquier otro. La tendencia se veía venir desde hacía tiempo. El dinero ha llegado a los clubes brasileños y con él, los fichajes. Además, Bolsonaro aprobó recientemente la ley para que los clubes puedan convertirse en SAD, algo que les hará más temibles aún en el ámbito financiero. El crecimiento en ese sentido de entidades como Flamengo o Atlético Mineiro ha sido muy considerable.
Así, jugadores importantes de Europa han regresado a Brasil atraídos por suculentos contratos. Ya no es imposible que estrellas brasileñas en una edad muy interesante jueguen en su país en vez de hacerlo en la élite europea. Por eso han ido volviendo futbolistas internacionales o que en algún momento lo han sido como Gabigol, Willian, Bruno Henrique, Gilherme Arana, Kenedy, Andres Pereira, Everton Ribeiro, Luis Adriano, David Luiz, Diego Costa, Hulk, Douglas Costa...
De esta manera, Brasil recupera una nómina importantísima de sus talentos que hace mucho más atractiva y competitiva su competición local, el Brasileirao, además de elevar su nivel general en Libertadores y Sudamericana. Brasil ya no mira tanto con envidia a Europa como antes. Ahora varios de sus mejores jugadores militan allí. Y sus clubes lo notan. Sudamérica se rinde a sus pies.