Agustín Sandez, Valentín Barco y Frank Fabra, una elección compleja para el lateral izquierdo del Boca de Battaglia
Román Riquelme les había puesto el ojo a Elías Gómez (Argentinos) y Enzo Díaz (Talleres), pero entre dos juveniles de las inferiores se animan a darle pelea al colombiano. jugador de selección
El fútbol y su día a día prohíben dar por terminadas ciertas sentencias. No obstante, es innegable que las cosas, en este caso, hoy están presentadas de esa manera. El Gigante de Arroyito, en la victoria del xeneize ante Rosario Central, fue testigo del mejor momento de Sández. Miguel Ángel Russo fue el que le abrió la primera puerta hacia la primera división, pero Battaglia –conocedor de los juveniles por ser ex entrenador de la Reserva- fue el que le puso candado a esa cerradura y dejó al chico bien adentro. Tanto que es su titular casi desde el comienzo del ciclo.
El aporte de los laterales ante Central
Porque en el debut ante Patronato el encargado del puesto fue Fabra, seguramente, por trayectoria y observación: se trató de ver si el cambio de aire tras la salida de Russo potenciaba al colombiano. Su displicencia para tratar la pelota no se modificó; sus distracciones abajo, tampoco. Y Battaglia tuvo el pulso bien fuerte para sentarlo en el banco y darle la confianza a su conocido: Sandez. Y no lo está defraudando para nada: si el chico no pierde el equilibrio, podría tratarse de un punto de inflexión en ese puesto que el colombiano cubrió como titular desde su llegada, hace seis años.
Platense y Racing habían sido los partidos en los que se ratificó mucho de lo que ya se conocía de Sandez. Un juvenil –de 20 años- firme en la marca: le tocó debutar en el primer semestre por la Copa Libertadores nada menos que ante Santos, de Brasil, y mano a mano frente a una de sus figuras, Marinho, al que no sufrió jamás en la Bombonera producto de lo concentrado y duro en la marca que se desenvolvió. Un estreno que ya decía mucho. Pero, a diferencia de las indicaciones que parecían imponer desde el banco de Russo para que los laterales no descuidaran su lugar, la identidad que prima el actual DT hace notar su faceta completa: en aquellos encuentros entendió cuando pasar el balón y cuando animarse al uno contra uno.
Para conocer más a Sandez
Esto último fue lo que profundizó este sábado en Rosario. Cuando Boca perdía, los intentos más claros por empatar se preveían que podían terminar siendo fructíferos con su verticalidad y sus centros. Tras algunas de esas apariciones, a los 35 minutos Sandez desbordó a Zabala y sacó un centro a la cabeza de Luis Vázquez para que igualara la historia. Nada lo limita: no para de ir hacia adelante y si tiene que pisar el área, lo hace con decisión. Una ratificación a la lectura de Battaglia. Las expectativas sobre él se elevan cada vez más, claro. Aunque...
Siempre se ha dicho que Fabra es un jugador a recuperar. Que es de selección y, si bien en Boca saben muy bien que su forma física no es la más óptima, permanentemente confían en que la recuperará. Para eso, claro, es necesario que -además de la rutina diaria en el predio de Ezeiza- se gane la titularidad y vuelva a sumar minutos. También pensando en que sigue siendo un hombre apuntado a transferir al exterior: sus 30 años le dan la pauta a la institución de que aún puede tener poder de venta y a él, que aún le sobra tiempo para aspirar a tener vivencias, al menos, en otra liga del continente.
Como se ve, Fabra no la tiene fácil y tiene la presión de la promesa del técnico: “Conmigo, el que está mejor, juega. Me la tienen que poner difícil en la semana”. En ese sentido, Sandez lo está sacando de plano. Y, encima, detrás viene alguien que predomina en los pedidos y las ilusiones de los hinchas: Valentín Barco.
Con recientes 17 años, Barco es uno de los protagonistas constantes de los flashes, aún sin sumar minutos en esta nueva etapa de Battaglia. Sus actuaciones con Banfield y San Lorenzo, cuando el propio actual entrenador debió ocupar el lugar de Russo para dirigir a sus juveniles debido al aislamiento al que debió someterse el plantel profesional tras el escándalo en el Mineirao, fueron destacadas y generaron que los fanáticos descubrieran un estilo que, en un futuro no muy lejano, promete llevarse a todos por delante hasta ser el ‘3’ de Boca.
De hecho, en cada participación televisiva de la Reserva, muchos hinchas se sientan a observar a la mayor categoría juvenil, pero también para entender si ese atrevimiento y soltura del joven Barco fue una casualidad de aquellas noches de urgencias o si realmente ese hombrecito de pelo colorado es el futuro del club. La conclusión, por lo general, es lo segundo. Y sí, se trata de un diamante en bruto.
Aunque todo a su tiempo: “Barco es técnicamente muy bueno. Lo tenemos que cuidar mucho. A veces ni siquiera juega en Reserva. Si lo ponés tanto, a un chico de 17 años como él lo podés terminar quemando. Tiene mucho futuro, nos puede dar mucho y lo podemos disfrutar por mucho tiempo, pero es un nene y hay que llevarlo con calma”, lo elogió (y cuidó) Juan Román Riquelme, líder del Consejo de Fútbol, cuando declaró en las últimas horas en ESPN.
Hay una realidad creciente con Sandez, un dilema enorme con Fabra y una proyección muy solicitada desde afuera en el lateral izquierdo. Battaglia lo maneja de esta manera y a Boca le viene dando muchos frutos.