Talibanes conquistan sexta capital provincial, Aibak en el norte de Afganistán
"La pasada noche, un antiguo senador se rindió a los talibanes" y hoy, personas notables pidieron al gobernador que retire sus fuerzas de la ciudad para que no se vea impactada por combates, lo que este aceptó, agregó el funcionario.
Con Aibak, los insurgentes dominan ya seis capitales de provincia de Afganistán en una ofensiva que el Ejército afgano, que prometió defender a toda costa las ciudades del país, parece incapaz de contrarrestar.
Con unas horas de diferencia y tras intensos combates, los insurgentes se hicieron con el control de Kunduz, que llevaban asediando semanas. Después conquistaron Sar-e-Pul y al final del día Taloqan, las capitales de las provincias situadas al sur y este de Kunduz.
Según Zabihullah Hamidi, un habitante de Taloqan, la capital de la provincia de Takhar, contactado por la AFP, los enfrentamientos se iniciaron en la mañana y los talibanes terminaron tomando el control de la ciudad "sin muchos combates", pues las autoridades oficiales y las fuerzas de seguridad huyeron de la ciudad.
Un responsable de seguridad confirmó la huida de las fuerzas afganas y de los dirigentes locales hacia un distrito vecino. "El gobierno no logró enviarnos ayuda y nos retiramos de la ciudad esta tarde", dijo.
Zabihullah Mujahid, un portavoz de los talibanes, confirmó la toma de Taloqan, y aseguró el "restablecimiento de la seguridad", así como en Kunduz y Sar-e-pul.
Los talibanes controlan todos los edificios clave de la ciudad, constató un corresponsal de la AFP en Kunduz.
Esta ciudad, de unos 300.000 habitantes, que ya fue conquistada en dos ocasiones en los últimos años por los insurgentes, (en 2015 y 2016), es un punto estratégico del norte de Afganistán, entre Kabul y Tayikistán.
La toma de Kunduz constituye el principal éxito militar de los talibanes desde el inicio, en mayo, de la ofensiva que lanzaron tras la retirada de las tropas internacionales, que debe estar concluida para el 31 de agosto.
Eje neurálgico
A fines de junio, los talibanes conquistaron el paso fronterizo de Shir Khan Bandar, al sur de Tayikistán, un eje neurálgico para las relaciones económicas con Asia Central.
El ministerio de Defensa aseguró que las tropas gubernamentales tratan de recuperar el control de zonas clave de Kunduz. "Los comandos lanzaron una operación de limpieza. Algunas partes, como la radio nacional y los edificios de la televisión, han sido despejados", aseguró una fuente del ministerio.
"La recuperación de Kunduz es realmente importante ya que va a liberar a gran número de combatientes talibanes que podrían ser movilizados a otras partes del norte" del país, declaró a la AFP Ibraheem Thurial Bahiss, un consultor del International Crisis Group (ICG).
Luego de Kunduz, Sar-e-Pul cayó también en manos de los talibanes, que el sábado tomaron el control, más al norte, de Sheberghan, el feudo del célebre jefe de guerra Abdul Rashid Dostom.
Parwina Azimi, una defensora de derechos humanos, aseguró a la AFP por teléfono que los responsables administrativos y el resto de las fuerzas armadas se han retirado de los cuarteles a unos tres kilómetros de Sar-e-Pul.
Mirwais Stanikzai, el portavoz del ministerio del Interior, aseguró por su parte, que los refuerzos, entre ellos miembros de las fuerzas especiales, fueron enviados a Sar-e-Pul y Sheberghan. "Las ciudades que los talibanes quieren tomar serán pronto sus cementerios", agregó.
Rapidez del avance
La incapacidad de las autoridades en Kabul de mantener el control en el norte del país podría ser crucial para las posibilidades de supervivencia del gobierno. El norte de Afganistán siempre ha sido considerado como un lugar de oposición a los talibanes. Fue ahí donde encontraron la mayor resistencia cuando accedieron al poder en los años 1990.
Los talibanes gobernaron el país entre 1996 y 2001, imponiendo su versión ultrarrigorista de la ley islámica, antes de ser expulsados por la coalición internacional dirigida por Estados Unidos.
El viernes, los insurgentes se hicieron con el control de la ciudad de Zaranj, la capital de la provincia de Nimroz (sur), en la frontera con Irán.
Kandahar (sur) y Herat (oeste), la segunda y tercera mayores ciudades afganas, han sido objeto de sus ataques desde hace varios días, al igual que Lashkar Gah (sur), la capital de la provincia de Helmand, uno de los feudos de los insurgentes.
La rapidez del avance talibán ha sorprendido a los observadores y a las mismas fuerzas de seguridad afganas, pese a la ayuda que han recibido del ejército estadounidense.
Estados Unidos intensificó los bombardeos aéreos, reconoció la comandante Nicole Ferrara, portavoz del Comando Central del Ejército estadounidense, que declaró el sábado a la AFP: "Las fuerzas estadounidenses procedieron estos últimos días a varios bombardeos aéreos para defender a nuestros aliados afganos".
Los combates y los bombardeos han llevado a centenares de miles de afganos a huir de sus casas.