Robert Lewandowski, el goleador histórico, le hace ganar el primer título al director técnico del futuro: Julian Nagelsmann
Al borde de cumplir 33 años y 300 goles, el polaco marcó dos tantos para obtener en Bayern la Supercopa Alemana; bautismo triunfal para el entrenador de 34 años.
Hace un par de meses, los caminos del fútbol juntaron al joven director técnico, cuya reputación creció vertiginosamente al frente de Leipzig, y al tremendo goleador, que con sus cuidados físicos y nutricionales –incluidos estudios sobre el sueño– dilata la veteranía. Son contemporáneos. Nagelsmann tiene 34 años; Lewandowski cumplirá 33 este sábado. Uno asumió para cubrir la salida del exitoso Hans-Dieter Flick hacia el seleccionado alemán y el otro es un indiscutido que empezó la octava temporada en Bayern, club en el que ya es un heredero del legado de Gerd Müller, fallecido el último domingo y destinatario de varios reconocimientos y homenajes de parte del Nº 9 polaco.
La máquina de ganar que suele ser Bayern empezó el curso con algunos chirridos, como si al comando de Nagelsmann todavía debiera ajustar piezas. No consiguió triunfos en los cuatro amistosos de pretemporada –fue goleado por 3-0 por Napoli– y debutó en la Bundesliga con un 1-1 frente a Borussia Moenchengladbach. El director técnico desembarcó con el zaguero central que fue una pieza angular en su Leipzig, Dayot Upamecano (42,5 millones de euros), mientras la defensa de Bayern encaró una renovación con las salidas de David Alaba, Jérôme Boateng y Javi Martínez (también era utilizado como volante central).
El triunfo de Bayern en la final
La final por la Supercopa enfrenta al campeón de la Bundesliga con el de la Copa de Alemania, al que se concede la condición de local. El Signal Iduna Park, la casa de Dortmund, con una asistencia permitida de 25.000 espectadores, fue testigo de un partido trepidante, de ida y vuelta, con continuas llegadas a las áreas. Borussia debió asimilar ausencias importantes: Mats Hummels, Thomas Meunier, Raphaël Guerreiro y Torsten Hazard.
Der Klassiker alemán también representaba al duelo generacional de goleadores, entre Lewandowski y Erling Haaland (21 años), el prodigio noruego sobre el que sobran rumores de transferencia en el mercado de pases que estará abierto hasta el 31 de agosto. Real Madrid es mencionado recurrentemente como un posible destino, pero una tasación cercana a los 100 millones de euros no facilita la operación. Haaland, con contrato hasta 2024, tampoco presiona para forzar una negociación, deja en claro que se siente cómodo donde está. Lewandowski también pudo cambiar de aires, según informó el diario Bild. Su agente, Pini Zahavi, lo ofreció a Chelsea, en una transacción que habría rondado los 80 millones de euros, pero el club inglés prefirió estirarse hasta los 115 millones por Romelu Lukaku porque el belga es cuatro años menor (28).
Lewandowski puso el 1-0 con un furioso cabezazo, al aparecer desde atrás para conectar un centro de Serge Gnabry. En la otra área, Neuer le ganaba el duelo a Haaland. Thomas Müller aumentó la cuenta y Marco Reus descontó con un golazo a un ángulo. La historia que parecía reabrirse fue cerrada por el especialista en sellar resultados: Lewandowski. El ingresado Corentin Tolisso presionó la salida de un titubeante Manuel Akanji, y la pelota le cayó al polaco, que hizo del regalo una definición quirúrgica, porque la rápida salida del arquero Gregor Kobel le exigió un ajustado derechazo junto a un poste.
Dortmund supo disfrutar de Lewandowski durante cuatro temporadas, desde que en 2010 lo compró a Lech Poznan por 4,75 millones de euros. Ayudó con sus goles a conquistar dos Bundesliga, una Copa y una Supercopa. Pero a partir de 2014 lo sufrió en la tesorería, porque el delantero se fue como agente libre, sin dejar un euro, a Bayern, y también en la cancha, pues con estos dos goles le marcó 24 en igual cantidad de partidos. Sólo a Wolfsburg le anotó una cifra tan alta.
Lewandowski y Luka Modric (2018) son los futbolistas que se interpusieron en el duopolio de premios que mantienen Lionel Messi y Cristiano Ronaldo desde 2008. En 2020, France Football no otorgó el Balón de Oro a causa de la pandemia, pero la FIFA mantuvo su premio The Best, obtenido por el polaco. No sólo fue la temporada del sextete –seis títulos, como el Barcelona de Josep Guardiola en 2009–, sino que además, con los 41 goles en 29 partidos por la Bundesliga, superó el récord de 40 que el Torpedo Müller ostentaba desde hacía 49 años.
Tras 331 partidos, está a tres goles de llegar a la marca de 300, sólo en Bayern, equipo en el que ganó 18 títulos. Referente del seleccionado de Polonia, en el que hizo 69 tantos en 122 cotejos, le falta mejor compañía para superar la barrera de los cuartos de final de la Eurocopa 2016, en los que cayó por definición por penales ante el Portugal de Cristiano Ronaldo. En el Mundial 2018 –tuvo cortocircuitos con el director técnico– y en la reciente Eurocopa no pasó de la etapa de grupos.
Su carrera es también una cosecha de elogios. “Es un fenómeno, siempre quiere más, nunca está satisfecho. Es un modelo por seguir. Si los jóvenes delanteros quieren aprender lo que es la dedicación al juego, que les muestren videos de Robert”, dijo hace un tiempo Jürgen Klinsmann.
Su excompañero Philipp Lahm destacó su superación: “En Dortmund dejó atrás obstáculos para tener continuidad. En Bayern alcanzó su máximo nivel. No veo qué puede mejorar, porque además se transformó en un jugador de equipo”. Para Lothar Matthäus es un “futbolista completo”. “No sólo es peligroso frente al arco, sino que también sabe crear juego, utilizar el cuerpo, y es rápido e inteligente para encontrar los espacios. Como profesional ejemplar, se convirtió en un líder”, lo halagó el campeón mundial de Italia ’90.
Todo ese caudal futbolístico lo ubica en la primera escala de los mejor remunerados de Bayern, con un salario de entre 15 y 20 millones de euros al año, al igual que Manuel Neuer, Müller y Leroy Sané.
“Robert es muy fuerte en el juego aéreo y puede rematar con ambos pies. Es un futbolista de clase mundial; estoy muy feliz de tenerlo”, expresó Nagelsmann, el técnico novel que celebra su primer título, abrazado a un goleador histórico.