River volvió a perder, esta vez ante Godoy Cruz, y Gallardo suma preocupaciones
En Mendoza, por la 5° fecha del campeonato, el equipo de Méndez se impuso por los goles de Martín Ojeda; el Millonario nuevamente jugó mal y sembró dudas de cara al choque del miércoles ante Atlético Mineiro, por la Copa Libertadores
Tras una serie de buenos resultados, entre los cuales se incluye la clasificación para los cuartos de final de la Copa Libertadores ante Argentinos, River no tuvo una semana fructífera, ya que el pasado domingo igualó como local por el torneo local ante Huracán (1-1), con una mezcla de titulares y suplentes, y el pasado miércoles sufrió un golpazo contra Boca.
Lo mejor del partido
Ahora, tiene la cabeza puesta en el choque contra Atlético Mineiro, en el que juega Nacho Fernández, previsto para este miércoles, a las 21.30, en el Monumental, por los cuartos de final de la Copa Libertadores. Allí se jugará buena parte de su futuro.
Más allá de que actuó en la noche del sábado con mayoría de suplentes, dejó una pobre imagen, con serias limitaciones defensivas, sobre todo, en el caso de Armani y Maidana, falto de ritmo. Solo Julián Álvarez tuvo una buena actuación en una formación errática, confusa en todo momento.
De algún modo, sigue el maleficio de los penales para el equipo millonario. Perdió por esta vía contra Boca por 4 a 1 y, en el choque contra el conjunto mendocino, empezó con el pie izquierdo, por un tiro desde los 12 pasos. Armani, criticado en la semana por el Pato Fillol, eligió el otro palo. River reaccionó con un remate de Alvarez, pero le faltaba frescura, no inquietaba en los metros finales. Y le costaba capturar el balón.
Con futbolistas que habitualmente no son titulares, pocos mostraron estar a la altura de los intérpretes que van a jugar con Atlético Mineiro, este miércoles, en el Monumental. Girotti remataba desde cualquier ángulo, Palavecino estaba apichonado y Paradela no tenía creatividad.
Ramírez, Badaloni (sobre todo) y Ojeda, los tres delanteros de Godoy Cruz, por momentos, resultaron una pesadilla para River, inestable en todas sus líneas. El Tomba juega bien, verdaderamente. Tiene un grupo de jóvenes con una buena proyección.
Los problemas de River no aflojaron. Hubo un penal de Vigo sobre Badaloni (lo tomó del brazo en el área) y Pinola volvió a lesionarse en el brazo derecho; fue reemplazado por Martínez. El desarrollo siguió del mismo modo en la parte final: Godoy Cruz era más punzante, River tenía la pelota, sin imaginación.
Hasta que apareció Julián Álvarez, el mejor del equipo millonario. De zurda y desde afuera del área, selló el 1-1. Lejos de los merecimientos, el joven surgido en las inferiores dio una prueba de su calidad. El encuentro era electrizante. Y en el momento en el que River jugaba mejor, Ojeda descubrió la espalda de Maidana, de flojísima tarea y selló el 2-1 en el primer palo de Armani.
Ya habían ingresado tres habituales titulares en River: Enzo Pérez, Angileri y Carrascal. El espectáculo era desordenado, confuso. El Tomba estaba cerca, el equipo millonario aparecía y desaparecía. No tenía continuidad el relato. Y cada vez que lo presionaban, perdía la pelota, la marca y los espacios. Y no solo Maidana era el problema...
Vigo todavía no se adaptó, Casco también mostró cierta inseguridad. River atacó en los minutos finales con los ojos cerrados y Godoy Cruz, con espacios, casi convierte la victoria justa en una más cómoda, holgada. Lo merecía: es un buen equipo, con esperanza a futuro. River fue una decepción, días después de los penales contra Boca y, sobre todo, en la antesala de la Copa Libertadores...