Polonia otorga visado a atleta olímpica bielorrusa amenazada de repatriación
La velocista teme ser encarcelada si regresa a su país, que en el último año ha visto miles de detenciones y exilios forzados de opositores, así como la liquidación de muchas oenegés y medios independientes.
Krystsina Tsimanóuskaya, de 24 años, explicó el domingo que se vio obligada a poner fin a su participación en los Juegos por orden del entrenador de su equipo. Unos días antes, había criticado duramente a la Federación Bielorrusa de Atletismo por obligarla a participar en el relevo de 4x400 metros, cuando en principio debía correr los 100 y 200 metros.
Según ella, el cambio se debe a que otros dos atletas no habían superado un número suficiente de controles antidopaje.
La atleta fue escoltada al aeropuerto por funcionarios del Comité Olímpico Nacional de Bielorrusia donde debía pasar la noche en un hotel antes de regresar a su país. Pero desde el hotel durante la noche contactó con responsables del comité de organización de los Juegos para que la ayudasen a tomar el avión hacia Bielorrusia.
La deportista rechazó el regreso forzoso porque dice tener "miedo" de acabar en la cárcel. La joven apenas era conocida antes de este caso, pero había expresado públicamente su simpatía por el movimiento anti-Lukashenko.
Finalmente, acudió el lunes a la embajada polaca en Tokio y el gobierno polaco
Tsimanóuskaya recibió un visado humanitario y "Polonia hará lo que sea necesario para ayudarla a continuar su carrera deportiva", escribió en Twitter el viceministro polaco de Relaciones Exteriores, Marcin Przydacz, cuyo país acoge a muchos disidentes bielorrusos.
La República Checa y Eslovenia también se habían ofrecido a acogerla. Su marido, Arseni Zdanevitch, contactado por teléfono por la AFP, dijo que había ido a Ucrania debido al conflicto entre su esposa y las autoridades bielorrusas, que amenazaban la "seguridad" de la pareja. Tiene previsto reunirse con ella en Polonia.