Otro impacto de Atlético Tucumán en el final: luego de ganarle a un gigante, dio el gran golpe ante Newell’s, en el Parque Independencia

El equipo de De Felippe sigue de racha: después de superar a Independiente en la fecha pasada, este lunes se llevó de Rosario una tremenda victoria: fue certero en las dos áreas y ganó 2-1 por los tantos de Mussis y Lotti; había igualado Scocco

Newell’s se quedó sin nada. Quiso, pudo a medias, pero se quedó sin nada. Pudo ganarlo tras el empate de Scocco, promediando el segundo tiempo. Pero el equipo se viene cayendo partido tras partido. Ya ni siquiera es fuerte de local. Empató ante Rosario Central y ahora esta derrota. Newell’s atraviesa una profunda crisis institucional y el buen inicio en el campeonato pareció calmar las aguas. Pero ya no.

El resumen del partido

Es cierto que el empate no le caía mal al partido. Pero el Decano fue una vez más y encontró en Augusto Liotti -que había ingresado un par de minutos antes- al gran goleador. Cabeceó casi en la línea del arco tras un quedo amateur en la defensa leprosa.

Newell’s estuvo más activo en el inicio. Con un juego vertical fue metiendo a Atlético en su campo. Un desborde de Juan Garro por la izquierda llevó zozobras; una combinación por derecha en la que intervino Pablo Pérez, puso en aprietos a la defensa rival.

Newell's no tuvo claridad ni imaginación en los metros finales: hasta le costó controlar el balón

Newell's no tuvo claridad ni imaginación en los metros finales: hasta le costó controlar el balónSEBA GRANATA - Télam

Pero los tucumanos respondieron rápido con un disparo de Mussis, y un minuto después una buena asistencia del volante para Ramiro Ruiz Rodríguez que cerró Alan Aguerre en una acción rápida y efectiva.

En la medida que Pablo Pérez y Nicolás Castro manejaban la pelota, el local se asentaba en su andar. Cuando Cristian Erbes y Franco Mussis se imponían, el partido se frenaba, el esquema que mejor le caía a los visitantes. Esto es, bajar el ritmo y encontrar algunas pelotas limpias para Junior Benítez y el permanente desmarque de Menéndez.

Nicolás Castro, aún con intermitencias, generó otra buena llegada de contraataque. Dominó, enganchó y sacó un remate de derecha, que se fue por centímetros.

En medio del tedio, Newell’s progresó otra vez con peligro desde los pies de Pablo Pérez, ya que se tomó un segundo en un contraataque para meter una asistencia para Compagnucci que buscó a Garro, pero un cierre justo de Campos, le robó la posibilidad del gol.

En los últimos minutos del primer tiempo el local se asomó a las fauces de Luchetti. Fue con energía y algo más de luces. Castro tuvo la más clara, en una definición pobre, tras una jugada muy bien armada. Partió de un quite de Compagnucci a Orihuela, una asistencia de Pérez a Scocco dentro del área que, tapado, asistió a Castro. De frente, se la dio a las manos del arquero. Después, el uno, tapó dos buenos remates de Negri y otra vez de Castro.

En el segundo capítulo, y de la nada, porque fueron siete minutos de errores y un mal partido, pero desde la intensidad, de la viveza de Franco Mussis, el visitante llegó el gol tras varios errores en la salida del local, y cierta dosis de fortuna. Mussis pifió un remate previo, cuyo rebote lo dejó en mejor posición para marcar.

La cordialidad de De Felippe, que encontró alivio en un par de victorias, y Gamboa, que sufre por la caída de su equipo

La cordialidad de De Felippe, que encontró alivio en un par de victorias, y Gamboa, que sufre por la caída de su equipoSEBA GRANATA - Télam

Los tucumanos se hicieron dueños del partido. Atacaron, ganaron cada pelota disputada y la confianza era superior. Mussis más Erbes, y el acompañamiento de Carrera, eran los estandartes de esa puesta en escena.

Perdido Pablo Pérez, en un pobre partido, mas allá de algunos chispazos, Castro sin continuidad y los delanteros desconectados, mostraban a un pálido Newell’s.

Atlético se tiró atrás y le cedió la iniciativa al local. Y llegó el empate en los pies de Ignacio Scocco, que la clavó en el ángulo a los 26 minutos. Castigo a la postura defensiva, premio a la capacidad individual del delantero.

El partido quedó a merced del local. Lo arrinconó contra su área. Pero faltaba un episodio mas: Rius, Acosta y Augusto Lotti fueron los protagonistas. Y en el final gritó el Decano.

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