Mercado de pases. La competencia geopolítica que hay entre países detrás de Lionel Messi y Cristiano Ronaldo
El período de transferencias más agitado, con la salidas del rosarino y Sergio Ramos y las posibles mudanzas de CR7 y Kylian Mbappé, incluye una disputa de figuración y poderío entre Qatar, el dueño de PSG, y Emiratos Árabes Unidos, propietario de Manchester City.
Mientras en Estambul elegían las bolillas de los diferentes bombos, Jorge Mendes se reunía en Turín con los dirigentes de Juventus para destrabar el futuro de su principal representado, Ronaldo. El futbolista, casi en simultáneo, era el primero en abandonar la práctica de su equipo tras acusar una “molestia muscular”. Las molestias del luso, en todo caso, están relacionadas con el proyecto deportivo de la Vecchia Signora, el club al que llegó hace tres años desde Madrid.
Mendes es el arquitecto de su salida con destino a Manchester. La prensa italiana calificó a última hora de este jueves como “rotura total” la situación entre el portugués y los patrones. En simultáneo, y por más que Josep Guardiola, el entrenador de Manchester City, eluda hablar del tema, el contrato del delantero con el club inglés no sería un problema. Su salida de Turín, en todo caso, sí tiene una arista económica: Juventus pretende cerca de 30 millones de euros para evitar un perjuicio en sus libros. Ésa es la cifra que le falta amortizar del pase del luso, a quien compró en 2018 por 100 millones. Los ingleses, que en realidad son emiratíes porque sus billetes son petrodólares, no parecen dispuestos, hasta ahora, a invertir tanto dinero en un futbolista de 36 años. Por más que sea un quíntuple ganador del Balón de Oro.
Claro que, entre bambalinas, el regreso de Cristiano Ronaldo a la Premier se trata de una cuestión geopolítica. En Abu Dhabi, donde los dueños de Manchester City juegan con el tablero del fútbol mundial, saben de memoria que PSG les robó la atención con la contratación a Lionel Messi. Y si Manchester City es Emiratos, PSG es Qatar. Entonces, jugar la ficha del portugués sería volver a tomar la iniciativa. El sorteo de la Champions League, con Nasser Al-Khelaifi, presidente del club francés, en primera fila, hizo el resto y colaboró con el morbo de un Messi vs. Cristiano. Una suerte de partido de las estrellas, pero por los puntos.
El mercado loco, en rigor, juega a varias puntas. La salida de Messi de Barcelona se dio por el fair play financiero, que no permitió al club catalán inscribir el contrato renovado de La Pulga. Esas mismas reglas, sin embargo, no serían obstáculo para que Real Madrid concretara la llegada del futuro jugador franquicia de LaLiga: Kylian Mbappé, que se niega a renovar con PSG, con el que le queda un año de contrato. La prensa española asegura que el delantero supersónico ya avisó a sus compañeros de vestuario que su futuro está en la capital española, “este año o el que viene”.
La entidad parisiense no puede arriesgarse a perder al joven goleador a costo cero. Tal vez por eso, el brasileño Leonardo, mano derecha de Al-Khelaifi, le puso por primera vez precio al pase de Mbappé. En Estambul, y en medio del sorteo de la Champions, dijo que PSG no estaba dispuesto a cederlo por menos dinero que el que había pagado por él a Monaco, 180 millones de euros. En Madrid interpretaron eso como una tasación. Y hubo una segunda oferta. Por correo electrónico. “Oficial”, según el diario Marca. El periódico asegura que el traspaso se cerrará por “170 millones fijos más otros 10 en variables”. E incluso adelanta que el fichaje galáctico puede ser anunciado este mismo viernes.
La eventual salida de Mbappé aniquilaría el tridente MNM (Messi, Neymar, Mbappé) soñado por PSG para alzar la Orejona por primera vez en su historia. Casi como Ronaldo en Italia, el francés se hartó de esperar un trato de estrella. Antes de la llegada del rosarino, lo opacó el magnetismo de Neymar, el futbolista más oneroso de todos. Con Messi, el francés quedaría relegado a un tercer escalón.
Los petrodólares de Qatar y Emiratos trastocaron un mercado de transferencias signado por el coronavirus y sus consecuencias financieras. Las crisis suelen ser tiempos de oportunidades. Así es este tiempo de negociaciones y transferencias, al que todavía le quedan unos días: una ventana en la que Messi dejó el equipo de su vida, Sergio Ramos ya no está en Madrid, Ronaldo está cerca de llegar a la parte de Manchester que lo sufrió hace años y Mbappé parece destinado a Madrid. En el medio, un equipo ignoto de un país inexistente aparece en la rueda de grupos de la Champions. Monopoliza los torneos en Moldavia, pero es de Transnistria. Y fue emparejado con Inter, Shakhtar y Real Madrid. Es Sheriff. Y es de Tiraspol.