Mbappé no se va a arrugar
Al-Khelaifi fue más allá en Le Parisien y desveló estratégicamente planes ambiciosos a corto plazos: "No hablaré nunca de las negociaciones con Mbappé y su familia. Es una cosa entre nosotros. Kylian está contento de la llegada de Messi. Algunos medios buscan problemas, pero no los hay. El estadio es pequeño. Tenemos que discutir con Anne Hidalgo. Adoro el Parque de los Príncipes, pero tenemos necesidad de ampliarlo. Cada club grande tiene 80 mil espectadores. Ampliar el Parque de los Príncipes es una obligación".
En el Madrid están tranquilos: "Kylian es un chaval con la cabeza bien amueblada y no cambiará su decisión por las presiones públicas de Al-Khelaifi. Seguimos tranquilos con el chaval". Efectivamente, Mbappé tiene todo hablado con su familia y su decisión de fichar por el Madrid es innegociable, ya sea este verano si el PSG abre por fin la mano para negociar (algo altamente improbable, visto lo visto) o espera a que acabe la temporada y desde el 1 de enero poder cerrar libremente con el Madrid su contrato para aterrizar en el nuevo Bernabéu en el verano de 2022. Por lo tanto. Si Al-Khelaifi quería disuadir a Mbappé con sus frases o amedrentar al Madrid con esa amenaza de retenerle en París como sea, no ha conseguido el objetivo. Tanto Madrid como Mbappé saben que tarde o temprano unirán sus destinos. Privadamente ya se han dicho el "sí, quiero". Una palabra vale más a veces que un contrato de 200 folios. El sueño de Mbappé por ser la gran estrella del próximo Madrid en 2021 o en 2022 sigue vigente. Mucho.