"¿Lo del Barça es cierto, podemos hablar mañana?"

Messi y el Barça rompen el 5 de agosto. Los mandatarios del PSG exigen su fichaje y la misma noche del adiós Leonardo manda un mensaje a Jorge.

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Desde el pasado 5 de agosto el mundo del deporte ha estado pendiente del futuro de Leo Messi. Ese jueves, el Barcelona comunicó que la continuidad del argentino no se iba a producir por temas económicos ya explicados sobradamente. Desde ese día hasta el martes 10 de agosto, Messi se encuentra por primera en una situación nunca vivida y con su futuro en el aire.

Pero un primer salvavidas fue lanzado la misma noche del jueves. Los directivos del Paris Saint Germain, como otros muchos, no se creían del todo que no hubiera una vuelta atrás y sospechaban de un acuerdo de última hora entre el Barça y LaLiga. Por eso, Leonardo manda un mensaje a Jorge Messi, padre y agente de Leo. “¿Lo del Barça es cierto, podemos hablar mañana?”. Esa fue la mejor opción después de la presión que ejercían los dueños del PSG desde Qatar y el propio Nasser Al-Khelaïfi. “A Messi hay que traerlo sí, o sí”, advirtieron nada más explotar la bomba.

Ahí comenzó todo. Desde el viernes hasta el martes se viven dos etapas. La primera, más cautelosa, va desde el viernes hasta el domingo. El equipo parisino empieza a tocar una de las partes más espinosas: la duración del contrato. Messi y su gente escuchan sondeos que van de los dos años a lo que terminó, dos años más uno opcional.

Una vez que las ideas van tomando forma, el PSG presenta una oferta formal. Fue el domingo sobre las 13:00 horas, justo en el momento en el que Leo Messi, desconsolado, decía adiós al Barcelona después de 21 años. Su padre, que no acudió a la despedida del crack, se quedó estudiando la oferta.

Fuentes cercanas a la negociación aseguran que esa primera oferta ya era aceptable. Una propuesta flexible en la que Messi podía proponer, mostraba la voluntad del PSG por llegar a un buen acuerdo. Eso generó mucha confianza en el jugador a pesar de recibir las llamadas de otros dos clubes esos días.

La otra etapa de las negociaciones ya fue frenética. Desde el domingo por la noche hasta el martes a las 13:30 (hora en la que se llegó al acuerdo) fue un no parar de intercambio de borradores. Los abogados de ambas partes se devolvían papeles con correcciones cada tres horas. Eso hizo que el domingo las negociaciones se pararan en torno a las 3:00. Y el lunes, bien temprano, se retomó todo de nuevo hasta las 4:30 de la madrugada.

Lo que pasó después ya se sabe. Jorge llamó a Leo sobre las 12:30 para decirle que había acuerdo y que había que irse a París. Jorge voló primero y Leo cogió el avión privado en cuanto transmitió a noticia a su mujer y a sus hijos.

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