Las tres zonas costeras de Ecuador que podrían desaparecer bajo las aguas antes de 2050 por el cambio climático
La organización Climate Central publicó un alerta acerca de las consecuencias del calentamiento global y la suba del nival del mar
De acuerdo a las investigaciones de Climate Central, el calentamiento planetario incluye el calentamiento en el aire y en los océanos, lo que provoca el derretimiento del hielo en el Ártico, Groenlandia y la Antártida, y contribuye al aumento de las cantidades de vapor de agua en la atmósfera. Además, el aumento de las temperaturas promedio mundiales incrementan el nivel del mar, dando como resultado precipitaciones (lluvias) más intensas y sequías más severas.
A través de un mapa interactivo se muestran las zonas de riesgo, la organización sostiene que sus estudios han permitido “el mapeo de cualquier escenario rápidamente y reflejan bien las amenazas del aumento permanente del nivel del mar en el futuro”. Sin embargo, aclaran que los “mapas no se basan en simulaciones físicas de tormentas e inundaciones y no tienen en cuenta factores como la erosión, cambios futuros en la frecuencia o intensidad de las tormentas, inundaciones tierra adentro o contribuciones de lluvias o ríos”.
El Golfo de Guayaquil –la entrante de agua más grande del océano Pacífico en Sudamérica– es una de las zonas que se verían afectadas por inundaciones hasta el 2050. Punta Miel, La Unión, El Guasmo y parte de la isla Puná son las localidades guayaquileñas que podrían desaparecer por el aumento del nivel de las aguas del Pacífico. De acuerdo a las proyecciones, en Punta Miel, las inundaciones arrasarían con una superficie total de 210 km2.
También, según el estudio, toda la zona costanera de la provincia de El Oro, conocida como la capital mundial del banano, se verá afectada por las inundaciones. Puerto Bolívar, el segundo puerto de embarque de plátanos que maneja el 74% de exportaciones de la fruta cuyo principal destino es Europa, y Puerto Jelí, conocido por su gastronomía, desaparecerían hasta 2050.
En Esmeraldas, desaparecería una superficie de 40 km2 de las costas y se perderían casi dos tercios del cantón Muisne. En la provincia de Manabí, en cambio Cojimíes, un pueblo costero considerado un atractivo turístico por sus playas también desaparecería. La Isla Júpiter ubicada entre Esmeraldas y Manabí también se inundaría por completo.
Disminuir las emisiones de CO2 es esencial para frenar las consecuencias del cambio climático. El Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático ya alertaba, en 1994, que “el dióxido de carbono sigue siendo el contribuyente más importante al forzamiento antropogénico del cambio climático; las proyecciones del futuro cambio de la temperatura promedio global y el aumento del nivel del mar confirman el potencial de las actividades humanas para alterar el clima de la Tierra en una medida sin precedentes en la historia de la humanidad”.
Climate Central indica que los Estados, ciudades, empresas e instituciones se deben comprometer a reducir las emisiones netas de carbono a cero para 2050. Ecuador es uno de los países que trabaja para conseguir ese objetivo.
El último 6 de agosto, el Comité Interinstitucional de Cambio Climático, liderado por el Ministerio del Ambiente, Agua y Transición Ecológica se reunió con representantes del Gobierno de Reino Unido y del Gobierno de Italia para compartir experiencias que permitirán fortalecer las acciones para alcanzar emisiones netas cero para el 2050 en Ecuador.
Uno de los compromisos que ha sido validado por este Comité, es la emisión de la primera Contribución Nacional Determinada del Ecuador que se debe implementar y cumplir hasta el año 2025. Este instrumento busca la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, así como, la ejecución de medidas que aportarán a la reducción del riesgo climático a nivel nacional.