La periodista de la CNN Clarissa Ward dejó Kabul y compartió una foto impactante

La corresponsal siguió informando al mundo desde las calles de la capital afgana hasta último momento, a pesar del peligro que corrían ella y su equipo

“En nuestro vuelo y preparándonos para el despegue”, twitteó la corresponsal de CNN, acompañando las palabras con una fotografía que muestra el interior de un avión para evacuados completamente repleto.

“El cuarto ‘pájaro’ en el que se suponía que íbamos a subir acaba de ser retirado. Va a ser una noche larga aquí, especialmente para aquellos con los que estamos hablando y que han estado aquí desde ayer por la noche. Una mujer me acaba de pedir una manta, así que le di mi bufanda”, había twitteado horas antes.

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Los videos de su cobertura de la toma de Kabul por parte de los talibanes se viralizaron en los últimos días. La mujer, de 41 años, dio un testimonio revelador sobre los delicados acontecimientos que suceden cada minuto en Afganistán como corresponsal de la cadena de noticias norteamericana.

Si bien su popularidad se vio relanzada a raíz de estos hechos, lo cierto es que la experimentada corresponsal cuenta con una carrera excepcional en la que trabajó como cronista para los principales medios del mundo y en la que pudo cosechar diversos galardones. Tampoco es la primera vez que cubre zonas de conflicto bélico o que su vida está en peligro.

Sin embargo, su trabajo nunca había cobrado tanta visibilidad como en estos últimos días. Primero a raíz de una imagen que se viralizó en redes sociales, que ella misma tuvo que salir a aclarar, y luego por sus valientes coberturas en las que entra en contacto directo, y en conflicto, con los talibanes.

En la primera foto, trabajando desde el estudio de CNN el ultimo día antes de que los talibanes tomaran Kabul con la cara y el pelo descubierto, y en la segunda foto, el día en que la organización se hace con el poder, se la ve desde la calle con el pelo y el cuello cubiertos en su totalidad
En la primera foto, trabajando desde el estudio de CNN el ultimo día antes de que los talibanes tomaran Kabul con la cara y el pelo descubierto, y en la segunda foto, el día en que la organización se hace con el poder, se la ve desde la calle con el pelo y el cuello cubiertos en su totalidad

La foto en cuestión utilizaba su imagen para intentar ilustrar los cambios que significan la irrupción de los talibanes al poder. Se la veía, en la primera foto, trabajando desde el estudio de CNN el ultimo día antes de que los talibanes tomaran Kabul con la cara y el pelo descubierto, y en la segunda foto, del día en que la organización se hace con el poder, se la ve en la calle con el pelo y el cuello cubiertos en su totalidad.

Si bien la periodista aclaró que la diferencia se debe principalmente a que en una imagen está dentro de una propiedad privada -donde la ley que exige a las mujeres cubrirse no rige- y en la otra se encuentra en la vía pública, afirmó que sí tomó medidas extra ese día ya que antes sólo cubría parte de su cabellera. A partir de entonces, cada vez que sale a hacer reportes desde la vía pública cubre su cuerpo con una burka negra y su rostro puede verse por completo salvo cuando algún talibán la confronta en la calle para que se lo tape casi totalmente.

Mientras cubría junto a su equipo las inmediaciones del aeropuerto de Kabul, un grupo de talibanes se acercó a su productor -que estaba filmando con su celular- con intenciones de agredirlo a él y a sus colegas

“Este meme es inexacto. La foto superior está dentro de un recinto privado. La parte inferior está en las calles de los talibanes en Kabul. Siempre usé un pañuelo en la cabeza en la calle en Kabul anteriormente, aunque no con el pelo completamente cubierto y abbaya. Así que hay una diferencia, pero no tan marcada”, aclaró la periodista en su cuenta de Twitter

En las últimas horas había experimentado uno de los momentos más aterradores de su carrera, tal como lo describió ella misma. Mientras cubría junto a su equipo las inmediaciones del aeropuerto de Kabul, un grupo de talibanes se acercó a su productor -que estaba filmando con su celular- con intenciones de agredirlo a él y a sus colegas. La situación se descomprimió gracias a que otro talibán intervino en su defensa por el hecho de ser periodistas, cosa que aparentemente no habían notado los agresores.

Previo a este hecho, mientras caminaba las calles registrando los acontecimientos, un hombre con un “látigo casero” comenzó a amenazarla para que se cubra la totalidad de la cara si quería seguir estando en esa zona sin tener problemas. Luego de lo sucedido, la prestigiosa periodista declaró: “He cubierto todo tipo de situaciones locas, pero esto fue un caos, esto fue realmente una locura. Es muy peligroso y completamente impredecible. Honestamente, para mí es un milagro que más personas no hayan resultado heridas de gravedad”.


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