La noche de Luca y Erik Lamela
El Sevilla golea al Rayo Vallecano con dos goles del argentino en su estreno, en un partido marcado por la expulsión tempranera del hijo de Zidane y su penalti a Idrissi.
"A que no sabes dónde he vuelto hoy: donde solíamos gritar". Probablemente, la banda catalana Love of Lesbian no pensaba en el fútbol cuando compuso uno de sus primeros éxitos, muchos años antes de que la pandemia llenara de cemento los estadios durante más de una temporada. Frases como la que inician esta perorata, sin embargo, servirán de banda sonora para el escalonado regreso de la gente a lugares tan calientes, más calientes aún por la ola de calor, como lo es el corazón de Nervión. Fue un retorno light pero encendido, con apenas algo más de 15.000 sevillistas cuyo volumen se vio multiplicado por 10 desde el himno de El Arrebato hasta las ganas de cantar un gol de su equipo in situ, guardadas en el cajón de la nostalgia desde hacía ya casi año y medio.
El brote de Covid, cuyos implicados mantuvo el Sevilla en secreto hasta minutos antes del partido, y algunas molestias habían mutilado el once de Lopetegui, sin Bono, Rakitic, Ocampos ni Suso. Cuatro futbolistas con cartel absoluto de titular. El contratiempo propició un cambio de sistema (tres centrales) y, entre otras cosas, el debut oficial del portero serbio Marko Dmitrovic y las titularidades de Koundé e Idrissi, que parecían (y siguen pareciendo, al menos el central francés) víctimas del final del mercado de Monchi.
No esperaría demasiado la ávida hinchada blanquirroja para celebrar la primera diana de esta 2021-22, gracias a una jugada que marcó el resto del partido. Vaciló la defensa vallecana en un balón largo de Diego Carlos para que Idrissi controlara ante Luca con dribling incluido. El hijo de Zidane tomó la peor decisión posible al agarrar al atacante cuando éste se disponía a marcar, a puerta vacía. Díaz de Mera expulsó al portero y del penalti resultante salió el 1-0 (18'), que En-Nesyri embocó con facilidad. Sigue en racha el delantero marroquí, pichichi sevillista la pasada campaña.
Entró Dimitrievski, salió Trejo y salvo algunos minutos de zozobra tras el gol, un Rayo en el que se estrenaban Balliu y Nteka no le perdió en el primer tiempo la cara al partido. Acuña tuvo en su diestra el 2-0 tras una magnífica jugada de Fernando, pero el Sevilla no creó mucho más peligro antes del descanso mientras los vallecanos trataban de equilibrar el marcador con balones largos y a pelota parada.
Pero a la vuelta del vestuario Erik Lamela, otro de los debuts de la noche, tardó menos de 10 minutos en marcar su primer gol como sevillista para sentenciar el duelo (2-0, 55'), tras una jugada coral que terminó con fortuna, pues el balón entró después de rebotar en Catena. Lejos en el marcador y sin aire, tras haber jugado con 10 tanto tiempo bajo la bochornosa noche sevillana, Iraola aprovechó para dar sus primeros minutos oficiales a Ciss y Merquelanz mientras el extremo argentino coronaba su estreno con el doblete (3-0, 80'). En el Tottenham sólo había logrado un gol durante toda la pasada temporada.