La NASA recalcula cuándo Bennu podría chocar con la Tierra
Según un nuevo estudio de la agencia estadounidense, el momento de mayor riesgo de impacto, con un 0,037% de probabilidad, será el 24 de septiembre de 2182.
Sin embargo, será algo más elevada de lo que se pensaba anteriormente, según un nuevo estudio publicado recientemente en la revista científica Icarus en el que se ha calculado con más exactitud la trayectoria del asteroide. Aun así, Davide Farnocchia, científico del Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA y autor principal del estudio, aseguró que “no es un cambio significativo”. “De hecho, ahora tenemos un conocimiento mucho mayor de la trayectoria de Bennu y podemos restringir mejor cuáles son las posibles vías de impacto. Creo que, en general, la situación ha mejorado y no estoy más preocupado que antes”, añadió.
Probabilidad de impacto
Aunque la NASA insiste en que Bennu “no representará un peligro para nuestro planeta”, los científicos trabajan para conocer su trayectoria exacta durante el encuentro con nuestro planeta “para predecir cómo la gravedad de la Tierra alterará la trayectoria del asteroide alrededor del Sol y afectará al peligro de impacto”.
Utilizando la Red de Espacio Profundo de la NASA y modelos de computadora de última generación, los expertos determinaron que la posibilidad de impacto hasta el año 2300 es de aproximadamente 1 entre 1.750, es decir un 0,057%. En concreto, el punto de máximo riesgo en un solo día será el 24 de septiembre del año 2182, con cuando la probabilidad será de 1 entre 2.700, un 0,037%.
La colisión con este cuerpo celeste no bastaría para provocar la extinción general de la vida en el planeta, pero sí podría causar una gran devastación. “Por regla general, se puede decir que el tamaño de un cráter será de 10 a 20 veces el tamaño del objeto”, precisó Lindley Johnson, oficial de defensa planetaria de la NASA. “Un objeto con un tamaño de medio kilómetro creará un cráter de al menos 5, y puede que hasta 10 kilómetros de diámetro. Pero el área afectada [...] sería extensa, hasta 100 veces el tamaño del cráter”, puntualizó.
Cómo evitar los choques con asteroides
Para evitar que esto ocurra, la NASA ha anunciado la misión DART (Double Asteroid Redirection), con la que pretende diseñar una nave de media tonelada que pueda cambiar la trayectoria de los asteroides al impactar contra ellos o contra una de sus lunas. Está previsto que su primera misión se produzca a finales de este año o principios del próximo para modificar la trayectoria del asteroide Didymos, de forma que pueda probar su eficacia contra los cuerpos celestes que puedan amenazar a nuestro planeta en el futuro.
“Debemos recordar que el riesgo de Bennu como asteroide individual es menor que los riesgos provenientes de los objetos de tamaño similar no descubiertos. Por eso la NASA está haciendo un gran esfuerzo para descubrir más del 90% de los objetos cercanos a la Tierra de más de 140 metros de tamaño”, concluyó Farnocchia.