La increíble racha que Independiente rompió en el clásico
Independiente volvió a ser único líder después de muchísimo tiempo y, de yapa, se metió en zona de Libertadores.
OléLa pronta eliminación de la Sudamericana y de la Copa Argentina fue un duro golpe que no hubo tiempo a asimilar. Pese a tener el foco en la triple competencia, Independiente se despidió rápido de dos de ellas y el equipo comenzó a ser observado de reojo. Como si fuera poco, el horizonte cercano hizo que se enfrentara a una prueba de carácter: la necesidad de una victoria contra Racing para dejar atrás los malos resultados en el inicio del semestre era evidente. Por eso, los jugadores y el cuerpo técnico se comprometieron a dejar todo en el Libertadores de América. Y vaya que lo consiguieron: el Rojo volvió a ganar el clásico después de cuatro años, quedó como único puntero del campeonato luego de 11 temporadas y se metió en el lote de los equipos clasificados a la próxima Copa Libertadores.
Más allá de estar en la cima de la Liga Profesional, Independiente mantiene los pies en la tierra. La ilusión de los hinchas por el inicio del torneo es lógica, pero Julio César Falcioni sabe que al equipo no le sobra nada. Hundido en una crisis económica muy fuerte, el club se encuentra en un período de austeridad para tratar de equilibrar las finanzas, hecho que terminó impactando en los últimos mercados de pases. Pese a esa situación, el Emperador aceptó el reto y comenzó a edificar un Rojo sólido en el primer semestre para intentar despegar en la segunda parte del año, un trabajo que está dando sus frutos.
Plagado de pibes de las Inferiores, sumado a un grupo de jugadores con experiencia y recorrido en Primera, el entrenador creó una comunión con el plantel. “Tenemos un grupo que está convencido de lo que hacemos. Estamos haciendo un trabajo para hoy y para futuro”, dijo luego del 1-0 a la Academia. Del otro lado, Silvio Romero respondió: “Defendemos a Falcioni dentro de la cancha. Antes del partido tuvimos una charla que le dijimos que, más allá del resultado, lo respaldamos”.
Así, con pies de plomo y un equipo reducido, Independiente se anima a soñar en grande. Y, motivos tiene: reafirmó su paternidad con su eterno rival, fue puntero en soledad después de 4.138 días, algo que no lograba desde el Clausura 2010, y quedó tercero en la tabla general para la clasificación para las copas.