La dura realidad, el análisis de la derrota de River ante Atlético Mineiro
River jugó con grandeza y se prendió en un ida y vuelta que Mineiro aprovechó muy bien por su mayor jerarquía. La primera derrota clara en el ciclo a nivel internacional.
El River del Muñeco nos acostumbró a ser protagonistas de la Copa Libertadores, a ser competitivos y generalmente superiores a nuestros adversarios. Empezando por la Sudamericana 2014 que se ganó, siguiendo por la Libertadores 2015 que también se ganó, River fue el equipo dominador de Sudamérica hasta esta derrota con Mineiro: es la primera vez que River pierde una Copa y es superado por el adversario.
Es en algún punto, la aceptación de que vivimos un tiempo duro, que será difícil competir a nivel internacional con equipos que tienen mejores presupuestos. Por eso hay que valorar que ante un rival así, River no jugó a tirarse al piso o a hacer tiempo, sino que respetó su cultura, sus valores e intentó ganar el partido. Eso no será comprendido por todos pero sí por los que sienten y saben lo que es River. Hoy que el resultado nos quedó muy lejos y parece sacado de aquellas noches de Copa de los 90, no debemos olvidar que el arquero de ellos sacó tres pelotas de gol y tuvimos otras tantas.
Ellos nos mataron con los golazos de Zaracho y Hulk y después manejaron nuestra necesidad. Controlar a Hulk fue casi imposible con espacios pero era a lo que había que jugar. Por eso era la heroica. Porque el partido estaba para que ellos nos liquidaran de contra y eso fue lo que hicieron. Pelearon, no regalaron un metro y aprovecharon las contras. Armani también tuvo sus tres tapadas bárbaras. No hay nada para reprochar.
Ahora viene el tiempo de bancar. Primero, agradecer. Todos estos años fueron maravillosos. Los recordaremos por siempre. Hay sensación de que ya nada será igual e incluso hay sensación de que será difícil seducir al Muñeco a seguir en este viaje. El contexto país hace que sea muy difícil que River pueda ofrecerle al DT más querido lo que merece: un equipo para pelear mano a mano la Copa Libertadores.
Queda enfocarse en el torneo local, que será un objetivo realizable. No es fácil, pero sí posible. En estos últimos meses la brecha con los brasileños parece la que hay entre el dólar oficial y el blue. Hoy no quedan argentinos en ninguna competencia continental.
Ojalá podamos meternos de lleno en el torneo local y terminar el año con una alegría. Ahora, apenas recibido y aun no asimilado este duro golpe, puede tener sabor a poco. Créanme que con los días se irá volviendo más interesante e importante. Fundamentalmente, ganar el torneo local será la frutilla que este ciclo merece.
Simplemente gracias.