La ciudad de Nueva York permite que las víctimas de abuso sexual infantil demanden a sus agresores sin importar el tiempo que haya pasado
Los últimos dos años, la ciudad de Nueva York ha suspendido su limite de tiempo habitual para las demandas civiles la cual permitió que las víctimas de abuso sexual infantil puedan presentar sus demandas contra los agresores, o las instituciones agresoras y proteccionistas de tales.
Cuatro de las diócesis católicas romanas del estado se han declarado en quiebra en parte como resultado de un litigio desatado por la Ley de Víctimas Infantiles del estado.
Miles nuevas acusaciones contra sacerdotes, maestros, líderes scouts y otras autoridades se han intensificado y han salido a la luz sobre instituciones encargadas del cuidado de los niños.
Por otro lado, a los sobrevivientes de abuso se les ha dado una pequeña salida para su trauma y una oportunidad de rendir cuentas a algo que alguna vez se vio perdido hace mucho tiempo.
Nueva York, junto con California y Nueva Jersey fueron los estados que durante los últimos dos años abrieron una ventana de oportunidad la cuál autorizó las demandas por abuso infantil sin importar el tiempo que haya pasado.
Originalmente, se suponía que la ventana de oportunidad que abrió Nueva York terminaría el 14 de agosto de 2020, pero se extendió dos veces en medio de preocupaciones de que la pandemia del coronavirus y las interrupciones judiciales resultantes impidieran que los sobrevivientes se presentaran.
Salvo otra prórroga, las demandas electrónicas se aceptarán hasta las 00:00 del sábado, según un portavoz de los tribunales estatales. El numero elevado de litigios sorprendió incluso a algunos de los abogados que trabajan habitualmente con víctimas de abusos.
El abogado James Marsh, cuya firma ha presentado alrededor de 800 casos, dijo: “Pensamos que tal vez tendríamos cien o un par de cientos de casos y aquí estamos”
Los abogados de los demandantes dijeron que los clientes se seguían presentando a medida que se acercaba la fecha límite, algunos ganando valentía después de ver historias que han sufrido los mismos abusos que ellos, y que han presentado demandas.
El abogado Jeff Anderson dijo que algunos sobrevivientes esperan hasta el último minuto debido a la dificultad de presentarse y hablar de lo que han vívido.
De todas maneras, algunos no habrán ganado la fuerza para presentarse antes de que se cierre la ventana, dijo el abogado Mitchell Garabedian.
“Una fecha límite para demandar alienta a muchas víctimas y sobrevivientes a presentarse”, dijo Garabedian. “Pero para otras víctimas y sobrevivientes, no tiene sentido”.
Según datos judiciales, miles de los casos presentados en Nueva York involucran a instituciones religiosas.
Los expertos advierten que es demasiado pronto para estimar la responsabilidad de las entidades relacionadas con la iglesia en el estado, pero según Anderson, quien llama a Nueva York el “principal campo de batalla”, espera que sea de miles de millones de dólares.
La Diócesis de Rockville Center en Long Island hablo de la “severa” la carga financiera del litigio cuando se convirtió en la diócesis más grande de los Estados Unidos en declararse en bancarrota en octubre pasado.
La mitad de las ocho diócesis católicas de Nueva York se han declarado en bancarrota, comenzando con la Diócesis de Rochester en 2019.
“Cualquier dolor financiero que sufra la Iglesia como resultado de esta crisis palidece en comparación con el sufrimiento que altera la vida de los sobrevivientes”, dijo Dennis Poust, director ejecutivo de la Conferencia Católica del Estado de Nueva York, en un correo electrónico.
Poust dijo que los obispos están enfocados en resolver los reclamos civiles de una manera que satisfaga a aquellos que han sido perjudicados mientras se preservan los ministerios caritativos, educativos y sacramentales de la iglesia.
Las quiebras permiten a las diócesis consolidar las demandas de las víctimas y negociar con los demandantes.
Por ejemplo, los “Boy Scouts of America” buscaron protección tras presentar la bancarrota en febrero de 2020 y el mes pasado llegaron a un acuerdo de 850 millones de dólares con abogados que representan a decenas de miles de víctimas de abuso sexual infantil.
Los abogados ven la ventana de cierre como el comienzo de otra fase intensa a medida que se consideran los casos individuales y proceden las quiebras. Este límite para las nuevas presentaciones de la Ley de Víctimas Infantiles podría dar lugar a resoluciones porque los acusados ahora sabrán cuántas reclamaciones están tratando.
“Todavía es temprano en el proceso porque la ventana aún no se ha cerrado”, dijo Anderson. “Y una vez que lo haga, veremos más progreso”.