Israel repudió la designación del nuevo ministro del Interior de Irán, acusado por el atentado a la AMIA: “Es un criminal buscado por Interpol”
La cancillería de ese país pidió a la comunidad internacional “condenar este vergonzoso nombramiento”
“La comunidad internacional debe condenar este vergonzoso nombramiento”, señaló la cancillería israelí en un comunicado.
El gobierno del primer ministro Naftali Bennett sostuvo que “esta es la cara del nuevo gobierno terrorista de Irán” y acusó al flamante presidente persa, el ultraconservador Ebrahim Raisi -el “Carnicero de Teherán”-, de ser el responsable “de la muerte de miles de iraníes, y sus ministros son responsables de asesinar a personas en todo el mundo”.
En ese sentido, la embajadora de Israel en Argentina, Galit Ronen, replicó el comunicado de la Cancillería israelí y sostuvo que “Irán ni trata de ocultar su política criminal y terrorista. Acaba de designar como ministro de interior alguien que es en el RePET (Registro Publico de Personas y Entidades vinculadas a actos de Terrorismo y su Financiamiento) argentino y es vinculado al atentado contra la AMIA”.
Vahidi fue incluido en una lista negra de Estados Unidos en 2010 y la Interpol lo busca por su supuesta participación en el ataque con bomba que destruyó la mutual judía de Argentina el 18 de julio de 1994. El ataque causó la muerte de 85 personas y dejó varios cientos de heridos.
El nombramiento del general persa provocó una fuerte condena a nivel internacional. El gobierno de Argentina, por medio de un comunicado de su cancillería, repudió la decisión del régimen iraní, ya que Vahidi es requerido por la Justicia local por el atentado de 1994. “Argentina expresa, una vez más, su más enérgica condena a la nominación de Ahmad Vahidi a un puesto ministerial en Irán”.
El comunicado señala que, tal como ocurrió en agosto de 2009, cuando Vahidi fue nominado a ocupar el cargo de ministro de Defensa, su nueva nominación ha sido “recibida con grave preocupación y merece la más enérgica condena” del Gobierno argentino.
La Cancillería argentina recordó que el flamante ministro iraní es reclamado por la Justicia por su “participación clave en la toma de decisión y en la planificación del atentado” contra la AMIA y que sobre él pesa una orden de captura internacional de Interpol. “Es una afrenta a la justicia argentina y a las víctimas del brutal atentado terrorista”.
Argentina exigió al régimen iraní que coopere “de manera plena” con la Justicia, “permitiendo que las personas que han sido acusadas de participar del atentado contra la AMIA sean juzgadas por los tribunales competentes”.
La Asociación Mutual Israelita Argentina también difundió un comunicado en el que “condena y repudia enérgicamente” la designación de Vahidi: “El nombramiento efectuado por el recientemente elegido presidente de Irán resulta inadmisible, y tal cual lo expresó hoy la Cancillería argentina, constituye una afrenta a la Justicia argentina y a las víctimas del brutal atentado terrorista”.
La entidad recordó que Vahidi era el jefe de las Fuerzas Quds, el brazo paramilitar del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán, al momento del atentado perpetrado en la capital argentina.
“Desde 2007, Vahidi -sindicado por la Justicia argentina de haber sido partícipe responsable del ataque terrorista contra nuestra institución- es buscado por Interpol y pesan sobre él alertas rojas y pedidos de extradición para que declare en nuestro país”, remarca el comunicado.
La AMIA subrayó que para la Justicia argentina se encuentra probada la “responsabilidad intelectual y material” del ataque contra su sede por parte de “ciudadanos y funcionarios” iraníes y del grupo terrorista libanés Hezbollah, respaldado y financiado principalmente por el régimen persa.
“Ver cómo los acusados de haber participado en un crimen de lesa humanidad, en el que 85 personas fueron asesinadas y más de 300 resultaron heridas, siguen gozando de impunidad y, además, son recompensados con altos cargos políticos en su país, resulta dolorosamente inaceptable”, comentó la mutual israelita.
El ataque a la sede de la AMIA fue el segundo de los atentados terroristas contra intereses judíos en Argentina. En 1992 explotó una bomba frente a la embajada de Israel en Buenos Aires y mató a 29 personas.