FEYENOORD, 2 - ATLÉTICO, 1 / Sin cabeza, pero con ángel
Carrasco condicionó el Feyenoord-Atlético tras ser expulsado en el 40' tras una trifulca con Malacia. Correa igualó el gol de Linssen. Decidió Baniss al final.
Había saltado el Cholo al partido con ganas de ahogar al Feyenoord en su bañera, De Kuip. El dibujo 3-5-2 le permite unos automatismos ofensivos que multiplican su peligro. Y la bota De Paul estaba en todas. Como al final los guantes de Bijlow. Porque si dos balones en largo del argentino fueron el origen de los dos primeros uy, pronto el portero del Feyenoord se mostraría como un muro insalvable. Fue incapaz de encontrarle un agujero el Cholo. Y mira que lo intentó con un martillo, la cabeza de Giménez (cuatro remates, uno al larguero), y una bota, la de Lemar, que lo luchó y lo rozó cuando asomaba el descanso.
En ese momento el Atlético ya eran diez. En ese momento la cabeza de Carrasco ya había cortocircuitado para convertirse en aquello que se creía que había pasado: su peor enemigo. Fue tras una acción con Malacia, que llevó al belga al suelo con una entrada-llave-de-judo. El público, de vuelta a De Kuip, vitoreó al suyo, Carrasco se levantó ya convertido en Blanka, con esas patadas (Malacia) y zarpazos (Kokcu) que obligaron al propio Cholo a salir de su banquillo para atemperar la tangana y abroncar con dureza al belga. Acababa de dejar a su equipo con diez. Sus planes comenzaron a boquear en la bañera, obligado más a sobrevivir que a las últimas pruebas antes de LaLiga.
Aunque le tocara probar, y mucho, ayer, pero con urgencia, condicionado. Por un lado los cambios, Llorente y Koke intrascendentes, faltos de rodaje. Por otro, los sistemas, ese hombre de menos. Un 4-3-2, un 5-3-1, ahora Giuliano solo arriba, ahora De Paul, Kondogbia de central. Pero nada de lo que hacía sacaba al partido de donde estaba, el monólogo del Feyenoord. Se sostenía como podía el Atleti. Sobre los guantes de Oblak y los buenos minutos (otra vez) de Javi Serrano. Siempre el equipo demasiado atrás, demasiado lejos del área. Hasta que entró él: su ángel.
Porque si hay un futbolista rojiblanco que encarna la fe, la lucha, el nunca dejar de creer, ese es Correa, que volvió al equipo como lo dejó en mayo, con goles. Si Camello erraba un mano a mano, el rebote de esa jugada, el argentino lo convertiría en el empate, la felicidad del Cholo. Efímera. En el 93' Bannis se la arrebataría. 2-1. El Atleti ahogado en la última acción. Y perseguido desde el 40' por ese maldito olor. El de cable quemado que no sólo había cortocircuitado la cabeza de Carrasco. También su última prueba antes de jugar sin red, antes de defender su título en LaLiga
RESUMEN
FEYENOORD: Bijlow (Marciano 46'); Pedersen (Hendricks 62'), Trauner (Fer 46'), Senesi (Hartjes 62'), Malacia (Teixeira 62'); Toornstra (Milambo 62'), Guus Til (Antonucci 62'), Kokcu (Burger 62'); Jahanbakhsh (Bozenik 46'), Linssen (Bannis 62') y Sinisterra (Haps 46').
ATLÉTICO: Oblak; Carrasco, Nehuén (Vrsaljko 46'), Giménez (Manu Sánchez 62'), Hermoso, Saúl (Camello 80'); De Paul (Arias 58'), Koke (Kondogbia 46'), Lemar (Herrera 46'); Llorente (Javi Serrano 46') y Giuliano (Correa 58').
GOLES: 1-0 (18'): Linssen. 1-1 (83'): Correa. 2-1 (93'): Bannis.
ÁRBITRO: Dennis Higler, de Países Bajos. Expulsó a Carrasco (41'). Amonestó a Trauner (47'+) y Vrsaljko (86').
ESTADIO: De Kuip (Róterdam).