El plan B de Boca: tras el mal drenaje de la Bombonera, las obras; adónde apunta para ser local en el Torneo 2021
En la Ribera pretenden que ya se trabaje sobre el desagüe del campo del estadio; indican que pensaban hacerlo antes, pero la Copa América lo impidió; llevaría de dos a tres meses de trabajo
Un Boca hundido en la tabla (22° de 26 equipos) quedó masticando bronca por la presentación del campo, que afectó notoriamente la búsqueda de ganar su primer compromiso del Torneo 2021. Tan así es que, pocas horas después y en medio de un lunes libre para el plantel, el cuerpo técnico de Russo, el Consejo de Fútbol de Juan Román Riquelme y la dirigencia comandada por Jorge Amor Ameal dialogan y hacen las averiguaciones correspondientes para llevar a cabo las intenciones.
Para empezar, a esta hora no existe un estadio confirmado para albergar la localía del xeneize. Sí empiezan las alternativas, claro: desde el Único de La Plata (teniendo a favor que Gimnasia y Estudiantes ya no lo utilizan hace tiempo) hasta el Madre de Ciudades, de Santiago del Estero. Eso, específicamente, será hablado con el entrenador y sus colaboradores, con los que decidirán el campo más apto para un equipo acostumbrado a jugar en las amplias dimensiones de la Bombonera.
El trabajo del drenaje ya estaba pensado desde antes. Entonces, ¿por qué no se realizó en el último receso? Lo que explican en la institución de la Ribera apunta a la (des)organización de la última Copa América. Conmebol había proyectado realizarla principalmente en Argentina y Colombia, ante la baja del segundo quiso organizarla sólo en nuestro país (ahí, la Bombonera era una gran candidata de sede) y, a pocos días del arranque de la competición, pasó a designar a Brasil como anfitrión. De esa manera, ante tanta expectativa, el arreglo ya previsible se pospuso para fin de año.
“Lo queríamos hacer cuando terminamos de jugar la Copa de la Liga (31 de mayo) y comenzaron Eliminatorias y Copa América. Como nos dijeron que algunos partidos se iban a jugar acá, se complicó todo”, le confiaron desde el Consejo de Fútbol a LA NACION sobre la postergación de los trabajos de desagües que -ayer quedaron a la vista- son muy necesarios.
Incluso, agregan que la obra demandaría de dos a tres meses. Es decir que, en caso de acelerar sobre la cuestión, podría disputar fuera de la Bombonera casi todo lo que resta de competición local (20 jornadas, que terminan en diciembre).
Un problema que a Boca le aparece a cada rato y no termina de solucionar. Se puede recordar cómo los empleados ya se habían esforzado en 2016, en la previa a aquella inolvidable semifinal perdida ante Independiente del Valle, por la Copa Libertadores, para mejorar el sector del campo que está cercano a la platea preferencial: era una costumbre de esos años observar la acumulación de barros y pozos tras las lluvias.
También, claro, que la Bombonera no aguantara aquella fuerte tormenta que cayó el 10 de noviembre de 2018: la primera final copera frente a River debió posponerse 24 horas, ante un campo de juego pasado por agua y que recién consiguió drenar gran parte de la inundación unas horas después de la suspensión.
A Boca le quedó un sabor amargo el empate. Por no ganar, pero –sobre todo- por haber sido el único campo que no soportó la cantidad de agua que cayó en la tarde-noche del domingo.