El Mónaco se estrella en Lorient

El conjunto monegasco perdió por la mínima en la Bretaña y pinchó por segunda jornada consecutiva en la Ligue 1. Marcó Moffi de penalti.

Andrés Onrubia
En apenas dos jornadas, el Mónaco apenas ha sumado un punto de seis posibles. Hoy, el conjunto monegasco volvió a estrellarse, esta vez contra el Lorient, en una derrota que evidencia que, aunque sea una gran plantilla, el hecho de jugar entre semana previa de Champions ha hecho mella en el equipo. El nigeriano Moffi marcó el único tanto del encuentro de penalti.

Al Mónaco, como ante el Nantes la semana pasada, le costó mucho desarbolar un repliegue muy trabajado del rival. El Lorient plantó un 5-3-2 muy defensivo y sacó a relucir algunas carencias de los de Kovac, que fueron incapaces de disparar a puerta antes del minuto 30 y apenas intimidaron en campo rival el gran trabajo defensivo de Pélissier. De hecho, el primero en golpear fue el Lorient, que se aprovechó de un error de Jakobs en un centro lateral que acabó en penalti cometido por el carrilero izquierdo. Moffi no perdonó en la pena máxima y adelantó a los bretones antes del ecuador de la primera mitad.

Con el 1-0, el Mónaco continuó con bastantes problemas para desarbolar el repliegue defensivo del Lorient. Hasta el minuto 33 no llegó su primer disparo a puerta a través de Volland, que aprovechó una gran triangulación entre Diop y Boadu (desapercibido en la primera parte) y probó a Nardi, que repelió su disparo sin grandes complicaciones. El Lorient pudo hacer el 2-0 antes del descanso, pero un centro-chut de Moffi que se fue envenendando poco a poco acabó estrellándose en el larguero.

Obligado a reaccionar, Kovac decidió dar entrada a Ben Yedder, Caio Henrique y Golovin en la misma ventana de cambios para intentar cambiar un encuentro que se le estaba complicando bastante al Mónaco, que tuvo en la cabeza de Pavlovic el empate, pero un atento Nardi volvió a impedir el gol visitante. El cansancio, sobre todo la previa entre semana de Champions, empezó a desgastar al Mónaco, que ya no tenía suficiencia para mover el balón con rapidez. No obstante, Golovin tuvo en sus botas el empate a falta de 12 minutos para el final, pero su remate en la frontal salió mordido. La victoria se quedó en Bretaña y el Mónaco volvió a sufrir un pinchazo importante.

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