El escalofriante caso de Saman Abbas, la adolescente pakistaní asesinada por su familia en Italia: “La cortamos en pedazos y la tiramos”
La joven de 18 años había rechazado el matrimonio arreglado por su familia
En la tarde del pasado 30 de abril, unas horas antes de que la joven paquistaní de 18 años fuera asesinada, sucedió una escalofriante conversación que el hermano de la víctima reconstruyó para el juez. Ese día, en casa de sus padres, Shabbar Abbas y Nazia Shaeen, se dio lo que la Justicia describió en el expediente como la reunión “sobre cómo hacer desaparecer el cuerpo, desmembrándolo”.
“La hago a pequeños pedazos y, si quieres, también la llevo a Guastalla (municipio italiano), y la tiramos allí porque así no va bien. Ella hace demasiadas cosas. Se pone pantalones. Nada que ver con la mujer musulmana”, escuchó el hermano de Saman esa tarde de boca de su tío.
El joven, de 16 años, confirmó que un día antes del asesinato la familia se reunió para planear el crimen en el domicilio de los Abbas, una casa del municipio de Novellara, en la región de Emilia-Romaña, muy cerca de Guastalla.
De acuerdo al juez, el móvil del asesinato fue la negativa de la joven a no aceptar el matrimonio arreglado con un primo pakistaní. Además, ella mantenía un relación sentimental con un joven de su edad que residía en Italia. “Hay una relación terrible entre los preceptos religiosos y los dictados de la tradición local, que obligan a los miembros del clan a una observancia brutal, ciega y absolutamente acrítica sobre el feminicidio”, escribió el juez, según el medio español ABC.
En la investigación se hace referencia a un informe de la ONU sobre los asesinatos “por honor” en Punjab, el estado compartido por India y Pakistán del que proviene la familia Abbas. Según el texto, las mujeres que rechazan matrimonios pactados son “arrojadas a los ríos o enterradas en cementerios especiales ocultos”.
El asesino fue el tío de Saman, Danish Hasnain, un islamista fundamentalista de 33 años. El hermano de la joven lo reveló ante la Justicia: “La mató estrangulándola; me pidió que no dijera nada a los carabineros y amenazó con matarme si decía algo. Pensé en matarlo mientras dormía, teniendo en cuenta lo que había hecho. Pero después consideré que yo habría acabado en la cárcel y que era mejor que intervinieran los carabineros”, declaró el adolescente.
Saman, que vivía en la ciudad de Novellara, se rebeló el año pasado contra la propuesta de su familia de que se casara con un primo en su país natal.
Siendo todavía menor, contactó con los servicios sociales y en noviembre fue trasladada a un centro de acogida. Denunció a sus padres a la policía, pero el 11 de abril volvió con ellos.
Sus restos siguen desaparecidos. La policía la busca desde el 5 de mayo, cuando fueron a su casa y no encontraron a nadie.
Luego descubrieron que sus padres se habían ido a Pakistán sin ella, y encontraron imágenes de una cámara de seguridad que presagiaban lo peor: el 29 de abril, cinco personas fueron vistas alejándose de la casa con palas, una palanca y un cubo. Volvieron unas dos horas y media después.
Los Carabinieri identificaron a las cinco personas como los miembros de la familia sospechosos de asesinato. Se cree que han escapado a Pakistán.