El Barça se harta de Umtiti
Ese verano, el entonces presidente Josep Maria Bartomeu, se plegó a todas las peticiones de Umtiti y sus agentes, con un contrato multimillonario de cinco temporadas, a razón de 12 millones brutos por año. A Umtiti le avalaba unos dos años impecables y la posibilidad de ser campeón del Mundo con Francia, como así fue, pero también existía un informe médico interno del club que desaconsejaba renovar al jugador, tras constatar que sufría una degeneración crónica articular en su rodilla izquierda.
Umtiti jugó en Mundial forzando su rodilla y sabiendo que estaba jugándose su carrera. Pero la ambición de ser campeón del Mundo priorizó incluso a su salud. Tras el verano, regresó con dolores intensos en su rodilla, que fueron agravándose a medida que jugaba partidos. Al final, tuvo que parar porque le imposibilitaba jugar. Y a partir de otoño del 2018, su carrera inició una espiral hacia el abismo, donde no ha salido todavía.
Su desafortunada frase, “no me arrepiento de haber forzado la rodilla para jugar el Mundial”, le condenó al desprecio por parte de una afición, que empezó una campaña de repulsa, en forma de abucheos, cuando saltaba al campo. Estos pitos han ido a más, hasta el punto que en la última edición del Gamper, recibió una pitada similar en intensidad a la de Cristiano Ronaldo.
Koeman también le ha enviado estas últimas semanas mensajes muy claros, sobre todo en el estreno oficial de la temporada, ante la Real Sociedad, donde no se vistió de corto, viendo el partido desde las gradas.
El club asimismo asegura que ha intentado poner todo tipo de facilidades al jugador para buscarle una salida, pero su actitud y la de sus agentes se considera del todo inaceptable, hasta el punto de amenazarle con un despido, según desveló Sport. Una medida traumática, sin duda, que abocaría el caso directamente a los tribunales
Parece claro que la única opción que contempla el Barcelona es la marcha de Umtiti. El problema es que el mercado para el central francés es muy limitado: ningún club de alto nivel está dispuesto a ficharlo ni asumir su alta ficha, por mucho que venga con un informe médico de Ramon Cugat sobre el buen estado actual de su rodilla izquierda, por lo que sólo resta la vía francesa, y muy especialmente su ex equipo, el Olympique de Lyon, como alternativa viable. A día de hoy, en el club se vería con buenos ojos incluso una cesión con opción de compra.
Ahora mismo la pelota está en el tejado de ‘Big’ Sam. Sabe que quedarse en el club le garantizaría seguir poniendo la mano para cobrar una buena morterada, pero le desacreditaría como profesional. Sus agentes también han de dar un paso adelante y buscar una solución que satisfaga a todas las partes para poner fin a una situación que empieza a tener tintes tan inaceptables como inasumibles.