Doncic, el niño de oro: 207 millones por cinco temporadas

La estrella de los Mavs acepta el supermáximo que tenía sobre la mesa, el mayor de la historia para alguien de su edad. Nowitzki y Kidd, entre otros, se desplazaron hasta Eslovenia para ello.

Albert Sancho
As
Cuando el propietario de una franquicia, su entrenador y su jugador más emblemático se desplazan hasta otro país en busca de una firma es porque tienen algo muy especial entre las manos. Luka Doncic ya es de oro. El jugador esloveno, tras caer en la lucha por las medallas de los Juegos Olímpicos, ha aceptado la extensión de contrato que tenía sobre la mesa: 207 millones para las próximas cinco temporadas (la última, con una opción de jugador), según informó Adrian Wojnarowski (ESPN). Era un secreto a voces, pero ahora ya es un hecho. Dallas Mavericks ha logrado su objetivo. Parecía difícil que se pudiera escapar, pero, de todas formas, no dejó margen para el error. Este lunes, una comitiva formada por Mark Cuban, Jason Kidd, Dirk Nowitzki, Nico Harrison y Michael Finley aterrizaba en Liubliana para despejar la duda más remota. Respectivamente, propietario, entrenador, asesor especial, general manager y asistente de operaciones. Todos los pesos pesados de los Mavs para convencer al jugador que, en los próximos años, esperan que les vuelva a llevar a lo más alto.

La vinculación firmada se trata de un supermáximo de rookie: la suma de dinero más alta a la que, a estas alturas, Doncic podía aspirar. Hasta la pasada temporada, el jugador esloveno se había embolsado 22,1 millones de dólares: 6,5 en su primer curso, 7,6 en el segundo y 8 en el tercero. La próxima, ingresará 10,1 millones más y, a partir de la 2022-23, entrará en vigor el nuevo contrato. Desglosado por años, alcanzará los 41,4 millones de media. De forma específica, el acuerdo rondaría los 35,7 en su primer abono y los 47,1 en el último, según cifras del periodista Bobby Marks (ESPN). Será así como consecuencia directa de las reglas presupuestarias de la NBA. No todo jugador, a la edad de Doncic, puede alcanzar semejantes cotas monetarias. De hecho, el esloveno será el primero en hacerlo en toda la historia. Hace poco más de una semana, Trae Young, su principal competidor generacional, firmó una renovación de cifras idénticas, pero que no están aseguradas.

Condiciones para alcanzar los 207 millones

Para optar a ello, o a números parecidos, se deben cumplir diversas especificidades. En primer lugar, ser elegido en una posición alta del Draft, pues estas determinan el techo salarial de los primeros años en la competición. A partir de aquí, todo contrato de novato que sea de cinco años (se debe hacer bajo el estatus de Jugador Designado) se divide de la misma forma. Para empezar, incluye dos años garantizados. El tercero y el cuarto, por su parte, contienen opciones unilaterales para el equipo y el quinto, finalmente, pone al jugador en condición de agente libre restringido. Esto último, sin embargo, se puede anular con una extensión al final de la tercera temporada. En el caso de Doncic, la presente extensión de 207 millones. Para alcanzarlos, en segundo lugar, se debe dar otro condicionante, que parte de dos opciones, las que permiten pasar de un contrato máximo a un supermáximo. Por un lado, se puede haber sido elegido MVP en alguna de las tres temporadas anteriores a la firma; por el otro, haber estado en los mejores quintetos (sea primero, segundo o tercero) de la NBA o ser Jugador Defensivo del Año en la temporada anterior o en dos de las tres anteriores. Esto segundo es lo que cumple la estrella eslovena, tras formar parte del Mejor Quinteto en la campaña 2019-20 y también en la última (2021-22), que sería condición suficiente. Young, por su parte, para igualarle, deberá formar parte del mejor equipo (o ser MVP) del próximo curso.

Con todo ello, la firma supone un antes y un después. Tanto para Doncic como para la franquicia y la propia competición. En el caso de los Mavericks, se trata del mayor contrato de su historia, superando los 159 millones de dólares que Kristaps Porzingis consiguió en 2019. En el de la NBA, una situación sin parangón: ningún otro jugador había obtenido un contrato de tanta envergadura a una edad tan temprana. Hace escasos días, Stephen Curry se convertía en el primer jugador en la historia de la competición en firmar dos contratos de más de 200 millones. Este segundo, a sus 33 años, se compone de 261 millones para los próximos cinco años; el primero, que alcanzó los 201, lo firmó con 29 años y se convirtió, en su momento, en el más importante de siempre. Ahora, Doncic ya supera dicha cifra y, en la primera extensión de su carrera, ya entra a formar parte de un club muy selecto. Sólo Damian Lillard, Giannis Antetokounmpo, Russell Westbrook, James Harden, Rudy Gobert, Paul George y el propio Curry habían firmado, hasta el momento, vinculaciones superiores a los 200 millones. Doncic, a sus 22 años, se une a ellos. Es el niño de oro.

De la mano de Dirk Nowitzki

Con el sí de Doncic, Dallas Mavericks empieza a encontrar paz después de una larga tormenta. Tras la eliminación en primera ronda de playoffs a manos de Los Angeles Clippers, los movimientos de la franquicia se empezaron a suceder a ritmo de dominó: cayó una pieza y, de inmediato, muchas otras. Un artículo publicado por The Athletic agitaba el árbol y Donnie Nelson, director de operaciones, era el primero en caer. Tras él, Rick Carlisle, el entrenador jefe. Ambos, presentes en la época de mayor esplendor de la franquicia, la del anillo de 2011, con Nowitzki como máxima estrella. A la leyenda alemana se acudió, precisamente, para empezar a enderezar el rumbo y, ahora, de su mano ha firmado Doncic. Llegó como asesor especial y, desde entonces, está participando en todas las decisiones importantes. En el caso de la extensión del jugador esloveno, además, no solamente ha podido suponer un impulso extra, sino que también una imagen de esperanza para los aficionados texanos. El testigo de la mayor leyenda de la organización al jugador llamado a sucederle en el trono. O, como mínimo, a intentarlo.

Esa es la idea de Dallas y la del propio Nowitzki, que ya considera a Doncic mejor que él en su mejor momento. Y con esa hoja de ruta se está moviendo la franquicia en el presente mercado. Si bien es cierto que no se ha dado ningún gran golpe de efecto (llegaron a sonar Kyle Lowry, DeMar DeRozan o, incluso, Kawhi Leonard), han aterrizado piezas interesantes. En principio, de buen encaje con las necesidades del equipo. Tim Hardaway Jr., el principal escudero de Doncic en playoffs, ha renovado por 4 años y 74 millones y, de igual forma, también ha alargado su vinculación Boban Marjanovic, de estrecha relación personal con el esloveno. Moses Brown, Reggie Bullock, Sterling Brown y Nate Hinton (contrato dual) componen las caras nuevas, con un aumento considerable de las posibilidades en la zona perimetral. Pueden ser los primeros nombres a la espera de un movimiento mayor: "Necesitamos un segundo anotador", aseguró Cuban en junio. La 'operación Doncic', proporcionarle un equipo ganador al base, está en marcha; pero debía empezar por el propio Luka. El paso está dado y de la mejor forma posible.

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