Dituro frena el ímpetu rojillo

Los de Arrasate ni siquiera fueron capaces de marcar desde los once metros ante el Celta.

Uxue M. de Zúñiga
As
Osasuna y Celta afrontaban la segunda jornada de Liga con el mismo propósito, el de conseguir la primera victoria de la temporada. Los rojillos llegaban tras empatar ante el Espanyol y el Celta tras perder frente al Atlético de Madrid. Los de Coudet querían mostrar sus credenciales y los rojillos hacer más efectiva su presión alta. Ambos entrenadores presentaban onces con dos cambios, los de Arrasate por decisión técnica, con Aridane y Manu Sánchez, y los del técnico gallego, con Kevin y Carlos Domínguez, obligados.

Los de Arrasate salieron tratando de imprimir ritmo al encuentro, pero se les vio un tanto acelerado, con el conjunto visitante presionando bien. Poco a poco los navarros se fueron asentando y una bonita jugada tras un pase de Darko y una espuela de Barja no acabó en gol porque el disparo de Kike García se fue al lateral de la red. Pocos minutos después era Rubén García el que la tenía, tras una gran jugada entre Nacho Vidal y Barja. Osasuna quería celebrar su primer gol con público en El Sadar. Aunque sin éxito, se acercaba más a la portería rival que el Celta. Aunque era Osasuna el que dominaba el encuentro, los gallegos estaban pendientes del más mínimo error de los locales para montar una contra. De nuevo Kike García, quien no cejaba en su empeño, lo intentaba sin éxito. En los últimos minutos de la primera mitad, los navarros se hicieron claramente con el dominio del choque y seguían buscando el gol, rompiendo muy bien por las bandas. El Celta apenas inquietaba a Herrera.

Osasuna salió en tromba en la segunda mitad, pero los rojillos mostraron que estaban negados de cara a gol, incluso de penalti, ya que Rubén García falló un penalti cometido por los vigueses, tras una muy buena para de Dituro. El choque se convirtió en un entretenido partido de ida y vuelta, con la balanza pudiendo caer para cualquiera de los dos lados. Con el paso de los minutos, ambos conjuntos acusaban el cansancio y el partido perdía en intensidad. Los rojillos no encontraban la manera de abrir la lata, aunque su posesión era algo superior a la de los gallegos, y Arrasate dio entrada a Budimir y Chimy Ávila. Un choque, cabeza con cabeza, entre Kevin y Manu Sánchez, que impidió al primero seguir sobre el terreno de juego, obligó al Celta a jugar con 10 los últimos minutos, al haber agotado los cambios. En el descuento fue Chimy Ávila quien desperdició una ocasión. La poca efectividad de ambos hizo que el partido acabara en empare a cero. Los dos continúan sin ganar y Osasuna todavía no se ha estrenado como goleador.

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