Cura de humildad al Bayern
Nagelsmann comienza su etapa en el campeón alemán empatando en casa del Mönchengladbach dando una imagen bastante pobre.
Sin embargo, este once tipo tardó en despertar de la pretemporada. En la primera media hora el Mönchengladbach dominó el partido. Marcó un ritmo frenético y, sin necesidad de presionar demasiado (que también lo hacía) era capaz de robar al Bayern en salida de balón. La espalda de los dos centrales era un regalo que aprovecharon varias veces hasta encontrar el merecido gol.
A partir de entonces, el Bayern sacó el gen competitivo que tanto les caracteriza y dio la vuelta al partido. Kimmich, que no firmó el mejor partido de su vida, empezó a ayudar en la salida de balón y Lewandowski cada vez participaba más en la frontal. Una jugada ensayada a la salida de un córner permitió que el primero asistiera al segundo para empatar el partido.
Fue un partido con grandes porteros. Neuer salvó los momentos de debilidad visitantes (con permiso de un fallo terrible de Thuram) y Sommer, uno de los hombres del partido, evitó varias veces el 1-2.
La afición del Borussia-Park tiene motivos para quejarse de dos posibles penaltis, a cada cual más claro, de Upamecano a Thuram que el árbitro ni revisó en el VAR. Sólo una amarilla pudo parar las protestas de Adi Hutter.
Finalmente, el partido llegó a su fin con un empate justo, ilusionante para el Mönchengladbach y bastante frío para el Bayern.