Cómo opera y quién es quién en la red Hijazi de la Triple Frontera
Las autoridades paraguayas detuvieron el martes a Kassem Mohamad Hijazi, acusado de lavar dinero en la conflictiva zona de la Triple Frontera, en un operativo conjunto con Estados Unidos
Hijazi, quien tenía la base de la organización en Ciudad del Este, lleva trabajando como despachante en Paraguay, donde tenía fuertes lazos con políticos, policías, fiscales y dueños de compañías de cambio de dinero, que le proporcionaban protección y poder económico para operar en la zona.
Además, sus conexiones eran del más alto nivel, mantenía estrechos contactos con funcionarios del Ejecutivo paraguayo, lo que le permitía que no se adoptaran acciones judiciales contra su organización ilegal.
Hijazi empleaba firmas de importación y exportación, como España Informática S.A., para llevar mercancías desde EEUU y venderlas en Paraguay. El dinero que obtenía de este negocio lo canalizaba a través de oficinas de cambio y bancos en Ciudad del Este para enviarlo a EEUU, China y Hong Kong, entre otros lugares.
Según la investigación, los intermediarios pagaban sobornos a los trabajadores de los puertos, despachantes y otros responsables de las aduanas paraguayas para tramitar importaciones y exportaciones a través de los puertos de entrada a Paraguay.
Además, tenía a España como base para coordinar con proveedores de EEUU y China para importar equipamiento electrónico a Paraguay, evadiendo impuestos y para lavar dinero con esta actividad.
La titular de la Secretaría Nacional Antidrogas del país, Zully Rolón, dijo que el comerciante capturado en Ciudad del Este, es considerado “un testigo prioritario consolidado y de alto valor estratégico para Estados Unidos”.
“Es la culminación de un trabajo de inteligencia de un año logramos detener a esta persona que estaría implicada en lavado de dinero. Esta es una captura con fines de extradición”, señaló Rolón.
Su captura coincide con una evaluación en el país del cumplimiento de las normas del Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI), creado para combatir el lavado de activos y el financiamiento al terrorismo.
Según detalló en su cuenta de Twitter el fiscal Marcelo Pecci, la detención de Kassem Mohamad Hijazi es de alto valor estratégico para Paraguay y Estados Unidos, ya que jugaría un rol crucial en el suministro de los recursos y la infraestructura para facilitar servicios de lavado generados por grupos internacionales del crimen organizado.
Quién es quién
Kassem Mohamad Hijazi operaba como despachante en Paraguay desde 2017 y era líder de la organización. Tenía la capacidad para lavar cientos de millones de dólares, de acuerdo con el departamento del Tesoro de EEUU.
Según los diarios paraguayos, Kassem era un reconocido comerciante en Ciudad del Este, por donde se paseaba libremente sin ningún tipo de seguridad.
Khalil Ahmad Hijazi es asociado de Kassem en su red lavado de dinero. Además, es el presidente de la empresa importadora España Informática S.A..
Según las autoridades de EEUU, a Khalil lo sancionan por “haber ayudado materialmente, patrocinado o proporcionado apoyo financiero, material o tecnológico para artículos o servicios o en respaldo a Kassem”.
Por su parte, Liz Paola Doldán González fue identificada también como una intermediaria que trabajaba con envíos desde Estados Unidos. Los intermediarios suelen pagar sobornos a trabajadores portuarios, despachantes y funcionarios de aduanas de Paraguay para procesar las importaciones y exportaciones a través de la aduana paraguaya.
En 2019, Doldán fue imputada por la Justicia paraguaya por un caso de contrabando a gran escala de teléfonos celulares a través de la firma Mobile Zone. La mujer, que generó ganancias millonarias con la operación ilegal, registró ante la aduana los dispositivos por un precio mucho más barato para pagar menos impuestos.
Por otra parte, entre las empresas sancionadas aparecen España Informática S.A., Emprendimientos Inmobiliarios Misiones S.A., Apolo Informática S.A., Mundo Informático Paraguay S.A., y Mobile ZOne International Import-Export S.R.L.
El secretario estadounidense de Estado, Antony Blinken, dijo en un comunicado que las sanciones “representan un esfuerzo gubernamental global para combatir la corrupción en la triple frontera entre Argentina, Brasil y Paraguay”.
Como consecuencia de esta medida, quedan congelados los activos que estas personas y entidades puedan tener bajo jurisdicción estadounidense y se prohíben las transacciones financieras con instituciones financieras de EEUU.
La triple frontera de Paraguay, Argentina y Brasil es un área de preocupación para Estados Unidos y otros países. Históricamente ha sido un área atractiva y con un ambiente financiero de poco control para actividades terroristas y criminales.
En la zona hay una importante cantidad de casas de cambio y se realizan actividades de lavado de dinero a través de las importaciones y exportaciones, el mercado electrónico y el sector automotriz, de acuerdo con el gobierno estadounidense.