Afganistán: tras tomar el control de nueve capitales, los talibanes podrían aislar Kabul en un mes y tomar el poder en 90 días
Los insurgentes, que controlan el 65% del país, han arrasado en nueve de las principales ciudades del país asiático, un ritmo que sorprendió a las distintas agencias de inteligencia de los Estados Unidos
El funcionario, que habló con la agencia Reuters bajo condición de anonimato el miércoles, dijo que la nueva evaluación de cuánto tiempo podría aguantar Kabul fue el resultado de los rápidos avances de los talibanes cuando las fuerzas extranjeras lideradas por Estados Unidos se fueron.
“Pero esta no es una conclusión inevitable”, agregó el funcionario, y dijo que las fuerzas de seguridad afganas podrían revertir el impulso oponiendo más resistencia.
Los islamistas controlan ahora el 65% de Afganistán y han tomado o amenazan con tomar 11 capitales de provincia, dijo el martes un alto funcionario de la UE. Faizabad, en la provincia nororiental de Badakhshan, se convirtió el miércoles en la novena capital provincial en ser tomada por los talibanes.
Los combates fueron extremadamente intensos en la ciudad de Kandahar, dijo un médico en el sur de esa provincia. En la ciudad recibieron decenas de cuerpos de las fuerzas afganas y algunos talibanes heridos.
Todas las puertas de entrada a Kabul, que se encuentra en un valle rodeado de montañas, estaban repletas de civiles que huían de la violencia, dijo una fuente de seguridad occidental. Era difícil saber si los combatientes talibanes también estaban entrando a la ciudad haciéndose pasar por refugiados, dijo la fuente.
“El miedo es que los terroristas suicidas entren en los cuarteles diplomáticos para asustar, atacar y asegurarse de que todos se vayan lo antes posible”, dijo.
La velocidad del avance de los talibanes ha conmocionado al gobierno y sus aliados. El grupo, que controló la mayor parte de Afganistán entre 1996 y 2001, cuando fue derrocado por albergar al jefe de Al Qaeda, Osama bin Laden, después del 11 de septiembre, quiere derrotar al gobierno respaldado por Estados Unidos y volver a imponer la estricta ley islámica.
El portavoz del Departamento de Estado de Estados Unidos, Ned Price, señaló que los ataques han ido en contra al espíritu del acuerdo de 2020.
Los talibanes se comprometieron a dialogar sobre un acuerdo de paz que conduciría a un “alto el fuego permanente y completo”, dijo Price el miércoles. “Todos los indicios al menos sugieren que los talibanes están buscando una victoria en el campo de batalla”, agregó, y concluyó: “Atacar las capitales de provincia y atacar a civiles es incompatible con el espíritu del acuerdo”.
Naciones Unidas dijo que más de 1.000 civiles han muerto en el último mes, y el Comité Internacional de la Cruz Roja dijo que desde el 1 de agosto unas 4.042 personas heridas han sido tratadas en 15 centros de salud.
Los talibanes negaron tener como objetivo matar a civiles y pidieron una investigación independiente.
El grupo “no ha atacado a ningún civil ni a sus hogares en ninguna localidad, sino que las operaciones se han llevado a cabo con gran precisión y precaución”, dijo el miércoles el portavoz Suhail Shaheen en un comunicado.
Charlas de paz
La pérdida de Faizabad fue el último revés para el gobierno del presidente Ashraf Ghani, quien voló a Mazar-i-Sharif para reunir a los viejos señores de la guerra en defensa de la ciudad más grande del norte mientras las fuerzas talibanes se acercaban.
Ghani pasó años marginando a los señores de la guerra mientras trataba de proyectar la autoridad de su gobierno central sobre las provincias rebeldes.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, dijo el martes que no lamentaba su decisión de retirarse e instó a los líderes afganos a luchar por su patria.
Washington había gastado más de 1 billón de dólares durante 20 años y perdió miles de tropas estadounidenses, y sigue brindando apoyo aéreo, alimentos, equipos y salarios a las fuerzas afganas.
Los afganos “necesitan determinar si tienen la voluntad política para contraatacar y si tienen la capacidad de unirse como líderes para contraatacar”, dijo la portaviz de prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki.
Psaki se negó a comentar sobre las evaluaciones de inteligencia de que Kabul podría ser superado por los talibanes dentro de los 90 días, que fueron reportados por primera vez por el Washington Post, pero dijo que el plan para retirar las tropas antes del 31 de agosto se mantuvo.
Una fuente familiarizada con las evaluaciones dijo que describen una gama de posibles resultados, incluida una rápida toma de control de los talibanes, una lucha prolongada y un posible acuerdo negociado entre los talibanes y el gobierno actual.
Nueva generación
Los avances de los talibanes han suscitado temores de un regreso al poder de los militantes de línea dura que se formaron en 1994 a partir del caos de la guerra civil.
Una nueva generación de afganos, que ha alcanzado la mayoría de edad desde 2001, teme que se desperdicien los avances realizados en áreas como los derechos de la mujer y la libertad de los medios de comunicación.
Price, del Departamento de Estado, dijo que Estados Unidos estaba trabajando para forjar un consenso internacional detrás de la necesidad de un acuerdo de paz. Los talibanes han capturado distritos limítrofes con Tayikistán, Uzbekistán, Irán, Pakistán y China, aumentando las preocupaciones de seguridad regional.
Mientras tanto, los enviados de Estados Unidos, China, Rusia y otros países se reunieron en Doha con los talibanes y los negociadores del gobierno afgano en un intento por romper un estancamiento de meses en las conversaciones de paz.
El primer ministro paquistaní, Imran Khan, dijo que los líderes talibanes le dijeron a principios de este año que no negociarán con el gobierno afgano mientras Ghani siga siendo presidente.