150 millones por Harry Kane

Según el Guardian, el City ya está preparando de nuevo la chequera, como ya hizo con Grealish. Cada vez queda más claro por qué los ingleses no necesitaban de la Superliga.

Jorge García

As

El Manchester City prepara de nuevo la artillería. A final de la temporada pasada, tras conocerse la marcha del Kun, Guardiola entonaba una sintonía algo victimista al afirmar que fichar a un delantero por mucho dinero no parecía entrar en las posibilidades del Manchester City. "Hay muchas opciones de que no fichemos un delantero", dijo el pasado dos de abril. Parece que mucho ha cambiado desde entonces y no ha sido por la Superliga, que iba a venir a acabar con la carestía. El City fue de los primeros en bajarse y no le ha faltado munición en el mercado. Fichó a Grealish, el singular talento inglés por el que todos se peleaban, por 120 millones de euros.

Pero el City no ha cubierto su principal objetivo, que era un delantero centro. Se puede decir que lo de Grealish era más bien para evitar que un rival cobrara la presa, y la prioridad seguía siendo un delantero. Con el Borussia constantemente de perfil, rechazando lo irrechazable por Haaland, el City se fijó en el arrebato de Kane. La ventaja a jugar. Y se aproxima al objetivo. El atinado Fabrizio Romano, en el Guardian, vuelve a explicar que el club de Guardiola prepara la definitiva oferta por el capitán de Inglaterra, que tan poco ejemplo dio hace unas fechas cuando se negó a entrenarse con su equipo porque no se le facilitaba la salida.

El Guardian insiste en que esta vez ya no hay marcha atrás, a pesar de que Levy, dueño del Tottenham de Kane, se mantiene fuerte en su posición de no vender. ¿Por cuánto tiempo? Kane suavizó la situación con un comunicado en el que afirmaba que no se había negado a entrenarse, contradiciendo la versión del club, que se sintió agraviado. Habrá que ver si esos 150 millones doblegan la voluntad de Levy, que es un gran jugador, pero que también es un gestor experimentado como para saber qué batallas se pueden ganar sin recibir daños.