Un experto plantea una posible relación entre los ovnis del Pentágono y Oumamua

 El astrónomo Avi Loeb sugiere que Oumamua podría tratarse de "un objeto artificial" con la misión de "recopilar datos de los lugares habitables cerca de la Tierra".

Ana Beatriz Micó
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En octubre de 2017, un extraño objeto negro y plano entró en nuestro sistema solar. Los científicos lo bautizaron como Oumuamua, que en lengua hawaiana significa “mensajero que llega primero desde lejos”. Era el primer asteroide interestelar observado, con lo que se ha teorizado mucho sobre él durante años.

Algunos lo ven como un “simple” asteroide procedente del exterior o incluso un fragmento de nuestro planeta, pero muchos otros expertos creen que es algo más que eso. Por ejemplo, el prestigioso astrónomo Avi Loeb, astrofísico de Harvard conocido por muchos como ‘El genio de la astronomía que cree en los ovnis’, sostiene que podría tratarse de un artefacto alienígena y plantea una posible relación con los misteriosos fenómenos aéreos no identificados (UAP, por sus siglas en inglés) para los que el Pentágono no ha podido encontrar una explicación.

“No disfruto de las historias de ciencia ficción porque las líneas de la historia a menudo violan las leyes de la física. Pero deberíamos tener la mente abierta a la posibilidad de que la ciencia algún día revele una realidad que antes se consideraba ficción”, reflexiona.

Objeto con la misión de recopilar datos sobre la Tierra

En un artículo escrito en Scientific American, el experto afirma que, si Oumuamua se tratara de un objeto de origen natural, “debería haber un billón objetos similares dentro del sistema solar”, pero no es así. Por ello, es razonable pensar se trate de un “objeto artificial” que se encuentra en una “misión dirigida hacia el sol, destinada a recopilar datos de los lugares habitables cerca de la Tierra”.

En concreto, Loeb sugiere que “la forma alargada y plana de Oumuama corresponde a la de un receptor” que recoge información a través de sondas depositadas por civilizaciones alienígenas en la Tierra y planetas vecinos. En este sentido, cree que existe la posibilidad de que los ovnis estudiados por el Pentágono sean parte, al igual que Oumuama, de este conjunto de dispositivos enviados a nuestro planeta para investigar. “Muchos o incluso la mayoría de los UAP pueden ser fenómenos naturales. Pero incluso si uno de ellos es extraterrestre, ¿podría haber algún posible vínculo con Oumuamua?”, se pregunta.

Sin embargo, asegura que los científicos no deben conformarse con plantearse estas cuestiones, con lo que les insta a recopilar mejores datos científicos para resolver el misterio que rodea a estos misteriosos objetos. Algo que sería posible “desplegando cámaras de última generación en telescopios de campo amplio que monitorean el cielo”. Asimismo, pide a las autoridades responsables que publiquen toda la información disponible para facilitar la labor: “Los científicos podrían aclarar el misterio en un análisis transparente de datos públicos”.

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