Mbappé, cumbre en 48 horas
Cuando Francia cayó contra todo pronóstico de la Eurocopa (era clara favorita para alzar el título, no en vano es la vigente campeona del mundo), Mbappé no estaba en su mejor momento anímico. Fue objeto de las más feroces críticas por parte de la prensa especializada de su país, más tras fallar el penalti decisivo de la tanda, y eso alimentó las ganas de jugar en España de la estrella. Al día siguiente y antes de iniciar las vacaciones, llamó a dos directivos del PSG para asegurarles que no iba a renovar su contrato, que expira en 2022, aunque, eso sí, no tenía inconveniente en jugar la temporada que le resta en Francia. El PSG, entendiendo que no estaba en su mejor momento, le emplazó a una nueva reunión a la vuelta de sus vacaciones. La Operación Mbappé parece entrar de manera definitiva en su recta final.
El PSG sigue esforzándose en hacer un equipo muy competitivo que permita a Mbappé pensar que tiene opciones de ganar la Champions si finalmente renueva. No solamente ha llegado Ramos al centro de la defensa, sino que en la portería estará Donnarumma, estrella de la Eurocopa con Italia, más las incorporaciones de Wijnaldum y el lateral ex del Madrid Achraf. Suena, incluso, Pogba para la media... Y han conseguido renovar a Neymar.
Pero Mbappé sigue cumpliendo a rajatabla el plan que diseñó junto al Real Madrid. Sin forzar la máquina, siendo respetuoso, espera que vayan pasando los días para que al final del mercado y ante la constancia de que no va a renovar, el PSG acceda a venderlo y sacar así una buena tajada de dinero antes que dejarlo ir gratis.
A los despachos del Real Madrid han llegado informes que indican que el PSG necesitará vender jugadores por valor de 150 millones para cumplir con la normativa del Fair Play Financiero. Pero, por otro lado, existe la sospecha de que la UEFA puede ser laxa con el PSG en este sentido porque el club parisino se desmarcó de inicio de la Superliga Europea.
El jugador espera más acción del Madrid.
Fuentes muy cercanas al propio Mbappé aseguran a AS que el jugador y su familia esperaban que el Real madrid pasara a la acción en este momento tan decisivo en el que está entrando la operación. No que lo hicieran en forma de declaraciones públicas llamativas, pero sí que se ejerciera una presión interna de entidad a entidad con llamadas telefónicas entre presidentes en las que el Madrid dejara claro al PSG que Mbappé terminaría vistiendo la camiseta del Madrid y que sólo es cuestión de tiempo. Para Mbappé, más allá de que siente que está llevando todo el peso de la operación, no es plato de buen gusto arrancar la temporada con el PSG, con la presión de los aficionados en sus espaldas, que irá aumentando cada día que pase y que no haya renovado. Ese es el riesgo que corre el Madrid si la operación no se cierra este verano, que Mbappé termine claudicando ante el gran proyecto que está formando el PSG y ante esta presión que irá en aumento. De momento, pesa más su sueño de jugar en el Bernabéu.