La madurez completa de Messi
Messi puede fallar un gol claro como el del primer tiempo ante Ecuador, pero ahora no camina con la cabeza gacha pensando que lo van a matar, si no que camina mirando hacia delante pensando que le va a quedar otra.
Messi tiene la misma forma de jugar: espera, mira lo que hacen sus compañeros, usa ese trote característico suyo para calibrar el juego y después actúa. Toda su carrera eso hizo. Pero cuando Messi corre para defender, todo el equipo se activa y lo sigue. Si Messi defiende, todos defienden.
Messi tiene 34 años, sigue siendo el mismo jugador pero no es el mismo jugador. Messi maduró, es padre, ve las cosas de otra manera y la selección Argentina lo nota, lo siente. Su entrenador lo entendió y supo sacar cosas muy buenas de él, algo que no es fácil.
Messi es Messi y hoy quiere otra oportunidad.