Koeman recupera el manual de verano del 'Dream Team'
Sin embargo, poco a poco, el stage fue desapareciendo del manual de estilo de los técnicos, pasando a otra modalidad mucho más beneficiosa para las arcas del club: las giras mundiales. La globalización planetaria y el marketing obligaba al club a dar cada verano prácticamente la vuelta al mundo con el objetivo de abrir mercado, con Asia y Estados Unidos como prioridades absolutas.
Sin embargo, las giras siempre han sido muy criticadas en el seno del vestuario, ya que sirven para todo menos para preparar en condiciones la temporada. Miles de kilómetros recorridos, jet lag, calor sofocante y presión mediática convertían este tipo de iniciativas en un auténtico infierno para los futbolistas.
Pep Guardiola ya intentó romper en parte esta peligrosa tendencia, al incluir en su segunda temporada (2009-10) un stage de una semana en la localidad inglesa de Marlon, cerca de Londres, donde se jugaron dos partidos en Wembley: Tottenham y Al Ahly. En cualquier caso, tras el stage, el equipo partió a los Estados Unidos en una gira relámpago.
De hecho, desde el verano del 2009 que el Barcelona no recuperaba un stage a la antigua usanza, con amistosos incluidos. Y es que en el 2014 y el 2016 sí realizó un stage en las instalaciones de la Federación Inglesa, en Saint George’s Park, pero sin partidos por en medio.
Tanto es así que el club blaugrana se ha ido repartiendo los continentes de Asia y América, con el clímax definitivo del verano del 2019, con un doble tour por ambos continentes.
En el 2020 se paró en seco esta tendencia por culpa de la pandemia de la COVID-19, disputándose únicamente amistosos en el Johan Cruyff, mientras que este verano se ha abierto un poco más la veda y el Barcelona recupera el stage. Siete días en Alemania y la disputa de dos amistosos (Stuttgart y RC Salzburg) completan la primera concentración desde que Guardiola se llevara a sus jugadores a Inglaterra. No hay duda de que los más favorecidos de este stage serán los técnicos y jugadores, que podrán trabajar con tranquilidad y sin temperaturas sofocantes; por contra, los responsables de marketing se estarán estirando los pelos al no tener mercados que explotar ni acciones que implementar.