Keylor Navas repite la situación que vivió con iker Casillas

París, agencias 
Asus 22 años, Gianluigi Donnaruma fue nombrado este domingo mejor jugador de una Euro 2020 que se llevó Italia al vencer en la tanda de penaltis de la final a Inglaterra, que se quedó sin su primer cetro continental a pesar de jugar en Wembley, su casa, y de ponerse por delante en el marcador con el gol más rápido en una final de Eurocopa.
Al igual que en semifinales, cuando le detuvo a Álvaro Morata el penalti que a la postre acabaría condenando a España, el jovencísimo meta italiano fue decisivo en la finalísima, adivinando las intenciones de Jadon Sancho y Saka y dándole a Italia la segunda Eurocopa de su historia.

El contrato de Donnarumma con el Milan, con el que debutó en 2015 con 16 años y ocho meses, expiró el pasado 30 de junio y se espera que en los próximos días firme por el París Saint-Germain, donde el sucesor natural de Gianluigi Buffon percibirá unos 12 millones de euros anuales, 60 en cinco años.

Maignan, su sustituto

Los ‘rossoneri’ lo intentaron todo por retener a su perla pero no se inclinaron ante las altas pretensiones del propio jugador y, sobre todo, de su agente Mino Raiola. Por el módico precio de 15 millones de euros -y un sueldo notablemente inferior al de Donnarumma- el Milan incorporó a Mike Maignan, guardameta francés que la temporada pasada brilló en las filas del Lille, sorprendente campeón de la Ligue 1.

Así pues, en el ‘caso Donnarumma’ ganan prácticamente todos. El PSG se llevará al MVP de esta Eurocopa gratis, Donnarumma y Raiola han encontrado un club que satisface sus exigencias económicas y con el que el portero de Castellammare di Stabia podrá aspirar a todo y, por último, el Milan ha encontrado un recambio de garantías a precio de saldo desoyendo las exigencias del insaciable Raiola.

Déjà-vu inesperado

¿El único damnificado de todo este lío? Un Keylor Navas que, con sus brillantes actuaciones bajo palos -sobre todo en la Champions League- se ganó que el pasado mes de abril el PSG le ampliara su contrato hasta 2024 y que ahora ve como, con la llegada de Donnaruma a la capital francesa, su titularidad vuelve a quedar en entredicho. Algo que ya le sucedió en el Real Madrid, primero con Iker Casillas y posteriormente con Courtois. Un ‘déjà-vu’ inesperado y seguramente inmerecido para un futbolista que allá donde ha ido ha demostrado ser un profesional intachable y uno de los mejores guardametas de la última década.

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