Griezmann no se lo pone fácil al Barça
Luego llegaría el vídeo de la polémica con Dembélé. En él, se les podía ver despreciar a la cultura japonesa, algo que terminó costándole su puesto de embajador de Konami y por lo que tuvo que pedir disculpas tanto el club (el principal patrocinador blaugrana es Rakuten) como el propio jugador. "Siempre he estado comprometido contra cualquier tipo de discriminación (...), lamento haber podido ofender a mis amigos japoneses", dijo el '7', a quien el estío tenía reservado un nuevo revés...
Salida espinosa
La situación financiera del Barcelona obligaba al club a limar la carga salarial para poder renovar a Messi. Uno de los afectados, además de los Lenglet, Umtiti o Pjanic, ha sido el Principito. Aunque se refrendó la confianza en él desde la dirección deportiva, su nombre era colocado en la rampa de salida del club dos años después de haber llegado por 120 millones de euros. En el Barça le buscan destino, pero Griezmann no tiene intención de ponérselo fácil. Al menos, eso se extrae de las declaraciones realizadas por el círculo cercano al delantero a L'Équipe: "Antoine no está dispuesto a aceptar ninguna condición de salida simplemente porque el Barça se encuentre en una situación complicada".
Los números del de Maçon en la Ciudad Condal no han sido malos. De hecho, el curso pasado firmó 21 goles y 13 asistencias. Sin embargo, sus 36 millones de euros brutos al año, cifra que desliza el diario francés, le obligan a ser mucho más decisivo de lo que está siendo. Además, es ese montante el que hace que su salida sea crucial para maquillar las maltrechas arcas del club. Para más inri, Memphis Depay y Sergio Agüero, fichajes del Barça, chocarán posicionalmente con Grizou. Al igual que Dembélé y Ansu Fati, lesionados pero que también serán competencia directa cuando entierren sus respectivos problemas físicos. Amén de Messi, pero el '10' es otra historia.
El trueque que no termina de encajar
La operación idílica parecía tomar superficie hace escasas fechas. El cacareado trueque con Saúl. El Barcelona ahorraría la diferencia salarial entre ambos, el rojiblanco se convertía en el Wijnaldum de Koeman, tras el volantazo dirección París del neerlandés, y Antoine volvía al Wanda. Incluso el Cholo llegó a hablar del movimiento en su entrevista con AS. "Necesitamos un delantero, si no es él, será otro", dijo un Simeone que también reconoció tener "muy buena relación" con su expupilo. La idea gustaba a Griezmann, como se ha publicado, que tiene al Atlético como su destino favorito si sale finalmente.
Pero llegó el revés final en forma de enfriamiento de la operación. El Barça ahora mira a Renato Sanches como alternativa a Saúl y aparece la opción de la Premier para el atacante, donde el Manchester United siempre ha soñado con su fichaje y en Can Barça hacen cábalas con otro potencial traspaso con el City como la otra variable de la ecuación. Por su parte, Antoine ha vuelto de sus vacaciones y se ha incorporado a la pretemporada azulgrana. Sonriente, como en él es habitual, pero con su futuro en el aire y un potencial traspaso como runrún constante. Sin embargo, siempre según la información de L'Équipe, su salida no será un camino de rosas.