El Vaticano publica todas sus propiedades

 La Administración del Patrimonio de la Sede Apostólica (A.P.S.A.) ha publicado el listado completo de sus bienes convirtiéndose además en la primera vez que se hace público.

Laura Martin Sanjuan
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Por primera vez, el Vaticano ha hecho público el listado completo de todas sus propiedades. Ha sido a través de la APSA, la Administración del Patrimonio de la Sede Apostólica que opera a tres niveles: el sector inmobiliario, el sector mobiliario y otras actividades.

Según las cuentas del año 2020, las ganancias fueron menos de 51 millones. Las inversiones financieras sumaron 1.778 millones. La contribución para las necesidades de la Curia Romana se redujo a la mitad, de 41 a 20 millones. Unas cuentas con saldo muy positivo teniendo en cuenta las graves consecuencias de la pandemia.

Primera vez que se documentan las propiedades

Por primera vez desde su creación en 1967 el documento se ha público, aunque sólo se refiera al año 2020. La decisión de publicarlo, explica su presidente, monseñor Nunzio Galantino, nace de la "esperanza" de que aumente la confianza en la labor de la Iglesia, así como del deseo de transformar el Dicasterio establecido por Pablo VI de una "estructura que ofrece principalmente servicios on demand" a una "realidad propositiva" en el modo de administrar el patrimonio que se le ha confiado. Se ha hecho mientras el Papa está de vacaciones en la residencia de Santa Marta y mientras se recupera de una operación de cáncer de colon.

Cuántos bienes tiene la Iglesia

La Santa Sede tiene un patrimonio inmobiliario de 883 millones de euros, en gran parte compuesto por unas 5.000 propiedades. La mayoría de ellas están en Italia, pero también en Francia, Reino Unido y Suiza. Se detallan 4.051 propiedades en Italia, de las que el 92% están n Roma; 1.120 propiedades se reparten entre en Londres, París, Ginebra y Lausana. No se detallan propiedades en España.

El 40% de los edificios son escuelas, conventos y hospitales. A precio de mercado, alquila sólo un 14% de sus propiedades en Italia. No se detalla si el resto son a precio mayor o menor. De estos alquileres en Italia han recibido 2,8 millones de euros; de las rentas del resto del mundo, 13,8 millones.

El papa Francisco en el rezo del Ángelus un domingo en el Vaticano.

Las tres fuentes de ingresos principales del Vaticano

Sector inmobiliario: trabaja en la gestión de 4.051 unidades en Italia (el 92% en Roma y provincia).

Sector mobiliario: inversiones en títulos internacionales, asesoramiento, soluciones financieras, acceso a los mercados de capitales para la Curia y otros organismos del Vaticano. De las inversiones financieras en títulos de estado y a plazo fijo, se han cifrado en un valor de 1.778 millones de euros, que le han reportado unos beneficios de en torno a 15 millones de euros. Casi todas son inversiones de bajo riesgo, que le han asegurado una rentabilidad del 1,53%.

De las dos principales actividades del Vaticano ha recibido cerca de 51 millones de euros de beneficio. 5,95 millones se han destinado a pagar el impuesto por la propiedad de terrenos y edificios, y 3 millones de euros se han pagado por el impuesto de sociedades.

Otras actividades: los servicios, en su mayoría gratuitos, son prestados por las oficinas de compras, contabilidad, cobros y pagos y por la "Peregrinatio Ad Petri Sedem", que se ocupa de las entradas y la organización logística de los viajes para la Santa Sede.

El cambió empezó en 2016

No es que la ASPA haya decidido publicar estas cuentas por primera vez porque sí. El papa Francisco emitió un decreto en julio de 2016 con el objetivo de impulsar la transparencia en las finanzas del Vaticano, sometidas a escrutinio desde la filtración de documentos secretos que revelaban irregularidades importantes.

El pontífice revocó en un "motu proprio" una ley que transfería las competencias de la autoridad a cargo de las propiedades inmobiliarias del Vaticano (ASPA) a la secretaría de Economía, dirigida por el cardenal George Pell. De esa forma, la normativa dejaba en manos del departamento de Pell tanto la gestión de los activos como el control sobre esa gestión.

El decreto indica que los "bienes terrenales" de la Iglesia Católica están "destinados al culto divino, el mantenimiento honesto del clero, el apostolado y las obras de caridad, especialmente al servicio de los pobres". El texto enfatiza "la necesidad de poner la máxima atención para garantizar que la administración de recursos económicos siempre sirva a dichos fines".

La frase que lo supedita todo a Dios

Francisco puso un importante añadido al estatuto redactado en el año 2014, al incluir la frase "en base al criterio establecido por la Autoridad Superior", y ante el Papa, ya sólo queda Dios en el escalafón religioso. 

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